Una treintena de muertos al desplomarse un puente de una autovía en Génova

María signo ROMA / CORRESPONSAL

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VIGILI DEL FUOCO

Las causas aún se desconocen, mientras Salvini asegura que se buscará a los responsables porque es «inaceptable morir así»

15 ago 2018 . Actualizado a las 09:20 h.

Eran las 11.50 horas y sobre Génova caía una fuerte tormenta de agua y truenos cuando el puente Morandi se desplomó como un castillo de arena arrojando al vacío más de una treintena de coches y tres camiones que circulaban por él. Algunos acabaron en el río Polvecera que pasa por debajo. El balance provisional de víctimas mortales es de 26, pero diez personas permanecen desaparecidas, según el jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli. Fuentes de la brigada de bomberos elevaban la cifra de muertos a 35. El fiscal de Génova se aprestaba a abrir una investigación por homicidio múltiple y negligencia.

Los equipos de rescate se afanaban ayer en revisar si había supervivientes entre los vehículos atrapados entre las toneladas de escombros en las que se convirtió el tramo de más de 200 metros del viaducto de la autopista A10 que une la ciudad con la frontera de Francia. Entre los fallecidos hay un niño de unos 10 años. Además hay 15 heridos, entre ellos nueve graves. Cuatro fueron extraídos de los vehículos y otros dos de sus casas aplastadas por la estructura de cemento armado. En los trabajos de socorro trabajan 240 personas entre bomberos y personal de salvamento, equipados con perros para encontrar a los desaparecidos. Los socorristas afirmaban que habían oído a algunas víctimas lamentándose bajo los restos del puente y los coches. «Creemos que hay más gente bajo los escombros», aseguraba ayer por la tarde Marco Bucci, alcalde de Génova.

La mayor parte de la estructura desprendida del puente terminó en el río, pero otra acabó aplastando unas naves industriales y una planta de producción de energía eléctrica. Ante el temor de que la parte en pie del puente se derrumbara, los bomberos optaron por desalojar a unas 440 vecinos de once edificios y viviendas que se encuentran también bajo el viaducto. 

Salvini apunta a la UE

El jefe del Gobierno, Giuseppe Conte, y el vicepresidente Luigi Di Maio se desplazaron a Génova para seguir de cerca las labores de socorro. El otro vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, no llegará a la ciudad hasta hoy por la tarde, pero ya aprovechó para acusar del siniestro a la Unión Europea por sus restricciones presupuestarias que «nos impiden gastar en carreteras seguras y escuelas». «He cruzado ese puente cientos de veces», dijo. «Ahora, como ciudadano italiano, haré todo lo posible para obtener los nombres y apellidos de los gerentes responsables, pasados ??y presentes, porque es inaceptable morir así en Italia», agregó.

Los primeros datos apuntan a que la causa del colapso sería un fallo estructural, aunque algunos testigos afirman que un rayo impactó en la base del viaducto, tras lo cual este se derrumbó. El puente Morandi, llamado así en honor a su constructor, fue inaugurado en 1967 y une la autopista A10 con la A7 hacía Milán. Debido al accidentado relieve de la región de Génova, encajada entre el mar y la montaña, la autopista está jalonada por largos túneles y viaductos.

El puente de Morandi medía 1.182 metros de largo y tenía una altura sobre el río, la vía de tren y una zona industrial y comercial, de 45 metros. «Ahora tendrá que ser demolido con las graves repercusiones para el tráfico -cada año pasan una media de 25, 5 millones de vehículos, muchos de ellos camiones de gran tonelaje- y los problemas para los ciudadanos y las empresas», afirmó el viceministro de Infraestructura, Edoardo Rixi.

Desde el primer momento le acompañó la polémica a causa del alto coste y más tarde por su difícil mantenimiento que obligaba a constantes reparaciones como la que, según la concesionaria Autostrade, filial de Atlantia, se realizaba cuando tuvo lugar el colapso. En concreto, consolidar el pavimento. «Los trabajos y el estado del puente estaban sujetos a la constante observación» de las autoridades locales, según la empresa. El ministro de Transportes e Infraestructuras, Danilo Toninelli prometió que los responsables «pagarán todo». La primera reacción fue la de la bolsa de Milán que vio cómo el título de Atlantia caía hasta un 10 % por lo que tuvo que suspenderse su cotización. En España esta empresa está actualmente, junto con ACS, inmersa en la compra del también grupo de autopistas Abertis.

Macron ofrece ayuda a Italia

El presidente Emmanuel Macron, tuiteó un mensaje de condolencia al pueblo de Italia, escribiendo tanto en italiano como en francés. Dijo que Francia estaba lista para ofrecer cualquier ayuda necesaria. También el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se mostró consternado por lo ocurrido. «En nombre de la Comisión Europea transmito mi más profundo pésame a las familias y amigos de los fallecidos y al pueblo italiano», dijo en un comunicado. Juncker envió también «fuerza y valor» a los servicios de rescate. «Mi país ha sufrido porque muchos inocentes han perdido sus vidas injustamente», tuiteó el presidente de la Eurocámara, el italiano Antonio Tajani.

Otros líderes europeos mostraron sus condolencias como la canciller alemana, Angela Merkel. En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los líderes del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Albert Rivera, publicaron en Twitter su solidaridad y apoyo al pueblo italiano y, particularmente, a las víctimas y los familiares. Vladimir Putin envió a su homólogo italiano, Sergio Mattarella, un telegrama para expresar sus condolencias por el derrumbe del viaducto que también se conocía como el «puente de Brooklyn» de Génova.