Italia frena la retirada de la concesión de la autopista siniestrada en Génova

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

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El Gobierno exige a la empresa fondos y actuaciones para ayudar a las víctimas. El controvertido ministro Salvini, en el centro de la polémica por irse de fiesta la noche del desastre

17 ago 2018 . Actualizado a las 10:39 h.

El Gobierno italiano tuvo ayer que recular en la guerra abierta contra Autostrade per l’Italia, la empresa encargada del mantenimiento del puente de Génova, y frenar su decisión de retirarle la concesión. El viceprimer ministro y titular de Interior, Matteo Salvini, opta ahora por dialogar con la empresa y llegar a un acuerdo sobre una cifra que contente a ambos. «De Autostrade esperamos obtener, ya ahora, fondos y actuaciones para sostener a las familias de las víctimas, de los heridos, de los 600 desalojados y de toda Génova. También con exenciones en el peaje», dijo. «Del resto, hablaremos luego».

Ello supone un cambio de táctica tras la bronca y los duros ataques que durante todo el día tanto él como el otro vicepresidente, Luigi Di Maio, lanzaron a Atlantia, el holding de la familia Benetton del que forma parte Autostrade. A primera hora del día, el liguista Salvini tachó a la empresa de «caradura» por pedir millones de euros de indemnización en caso de revocarle la gestión de la autovía. Palabras muy parecidas a las de Di Maio, del Movimiento 5 Estrellas, que afirmaba que el Estado no iba a pagar: «Ante 40 muertos no existen cláusulas».

Di Maio también lanzó un duro ataque al Partido Democrático, sus antecesores en el Gobierno, al que acusó de que en «una noche del 2015 cambiaron las normas para prorrogar la concesión a Autostrade a cambio de financiación para la campaña electoral. «A mí la campaña electoral no me la ha pagado Benetton», aseguró. Un comentario que enfureció a Matteo Renzi, que lo acusó de «carroñero» mientras recordaba como el M5E se opuso al proyecto Gronda para construir una nueva autovía y su líder Beppe Grillo calificó de «cuento» las advertencias sobre el peligro de derrumbe del puente Morandi.

Antes de su cambio de opinión a Salvini le llovían las criticas tras descubrirse el motivo de por qué no estaba en Génova la noche de la tragedia: una cena para 260 personas organizada por el comité local de la Liga en Mesina (Sicilia), cuyas fotos fueron colgadas en Instagram. Los diversos selfis que se hizo el ministro han corrido por las redes acompañadas de críticas. El Partido Democrático definió las fotos como «una bofetada al dolor de Génova».

Problemas económicos

Sobre la responsabilidad del mantenimiento de la red de autopistas, la Comisión Europea volvió a contradecir a Matteo Salvini, quien había atribuido la tragedia a las restricciones presupuestarias de la UE. Además de recordarle otra vez que Italia disponía para ello de 2.500 millones de euros, el portavoz Christian Spahr aseguró que «cuando se refiere a la responsabilidad sobre la seguridad de la infraestructura en la red Tent (transeuropea), en caso de que esté gestionada por un operador privado, el concesionario es responsable de la seguridad de la carretera».

Saverio Ferrari, uno de los ingenieros que trabajó en la construcción del puente Morandi explicó las pruebas de resistencia se hicieron en 1967 con camiones de menor peso que los actuales. En cuanto al escaso mantenimiento del puente durante estos años, apuntó que «pasé por él varias veces y sentí vibraciones que denuncié a la sociedad constructora pero me dijeron que no había dinero para repararlo».

De los problemas estructurales del puente tenía conocimiento Autostrade, que en mayo había abierto una licitación para reforzar los tirantes del pilar 9, el que se derrumbó, y del 10, porque el 11 «ya había sido reforzado en los años 90». Los técnicos se preguntan porque en aquellas fechas no se hizo una reparación más completa. Desde el Ministerio se ha anunciado un control completo de puentes y viaductos de la red de carreteras de toda Italia, muchos de ellos construidos en los años 60 y 70 y con una escaso mantenimientos sobre todo en los últimos años.

Desde el desplome del puente, Atlantia ha perdido más de 4.200 millones de euros, al caer más de un 27 % en la Bolsa de Milán. También tuvo perdidas la constructora española ACS, que con la italiana es dueña de Abertis desde el pasado mayo.

El fiscal afirma que hay entre «10 y 20 desaparecidos» entre los cascotes

La segunda jornada de búsqueda bajo los escombros del puente derruido en Génova se cierra con mucho pesimismo. La Policía rebajó de 39 a 38 la cifra de fallecidos, aunque el fiscal de Génova Francesco Cozzi, afirmó que bajo los restos del viaducto podría haber aún «10 o 20 personas desaparecidas». Los expertos están analizando las imágenes de las cámaras de seguridad del puente para tener una idea más precisa sobre el número de vehículos que se encontraban en él en el momento del derrumbe.

Los equipos de rescate, que trabajan con varios perros adiestrados, tiene pocas esperanzas de encontrar supervivientes. Entre los ocho heridos graves preocupan sobre todo dos de ellos, un rumano de 36 años con fracturas múltiples, y una anciana sin identificar con una intoxicación de monóxido de carbono por un escape de gas en su casa derruida.

«Ante una tragedia como esta no quiero oír hablar de límite de gasto», afirmó Cozzi porque «es necesario encontrar las posibles causas del desastre». El fiscal ha abierto una investigación por los delitos de homicidio múltiple, desastre y atentado a la seguridad del servicio de transporte.

Protestas de los vecinos

El presidente de la región de Liguria, Giovanni Toti, intentó tranquilizar a las más de 600 personas que han sido desalojadas de sus viviendas situadas bajo los pilares del puente, asegurando «ya en los próximos días habrá treinta casa disponibles. Otras cien llegarán más tarde pero estoy empeñado en dar casas a todos antes de que acabe el año». Por la mañana se vivieron algunas escenas de tensión entre los desalojados. Muchos de ellos habían tenido que abandonar sus viviendas con lo puesto y por ello se habían acercado hasta la zona acordonada con la intención de recoger algunos objetos personales. «Mi suegro necesita una medicina que es difícil de encontrar en estos días festivos», explicaba una mujer a los bomberos, los únicos autorizados a acceder a las viviendas más peligrosas. En las más alejadas de la zona, los vecinos entraban acompañados por miembros de Protección Civil.

El derrumbe del puente Morandi supondrá enormes pérdidas también económicas para Génova. En estos momentos el puerto, el más grande de Italia, está aislado de sus principales arterias de comunicación, la autopista A10 y la vía férrea. Los expertos hablan de pérdidas en torno a los 11.000 millones de euros en un momento en que empezaba a salir de la crisis.