EE.UU. envía a Alemania a un exmiembro de las SS

patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

Berlín aceptó recibir al exguardia de 95 años por deber moral ya que no hay ninguna causa abierta contra él

22 ago 2018 . Actualizado a las 08:00 h.

Para la Casa Blanca, un nonagenario pasó a ser la prioridad. Jakiw Palij ejerció de guardia en el campo de concentración nazi de Trawniki, en la Polonia ocupada. Un pasado que ocultó al emigrar en 1949 a Estados Unidos, que incluso le concedió la nacionalidad ocho años después.

Hasta el 2003, cuando descubrieron que Palij, nacido en la antigua Unión Soviética, en la zona que hoy es Ucrania, jamás trabajó de campesino, como había dicho, le retiraron la ciudadanía, y le acusaron de cómplice en el asesinato de 7.000 judíos. Desde el año 2005 Washington intentaba expulsarle sin éxito del país, donde vivía en el barrio neoyorquino de Queens cobrando ayudas sociales. Ni Polonia ni Ucrania ni tampoco Alemania querían hacerse cargo del exmiembro de las SS.

Deber moral

Ahora, más bien por deber moral y diplomático que legal, el Gobierno de Angela Merkel ha aceptado la devolución del colaborador del Holocausto sobre el que no pesa ninguna orden de detención en Alemania. Palij, que acaba de cumplir 95 años, aterrizó ayer por la mañana en el aeropuerto de Düsseldorf y fue trasladado a un centro geriátrico cerca de Münster.

Su deportación tiene un fuerte carácter simbólico. «No toleraremos a aquellos que ayudaron al nacionalsocialismo y otras violaciones de los derechos humanos», declaró en un comunicado la Casa Blanca, que no podía juzgarle por crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial que no tuvieran lugar en su territorio.

Pero también es indudable la señal que envía el Ejecutivo germano, que se negaba a recibir a Palij con la excusa de que no tenía nacionalidad alemana. «Asumimos la responsabilidad hacia las víctimas del Holocausto así como hacia nuestros socios internacionales», aseguró el ministro de Exteriores, Heiko Maas, en una entrevista con el Frankfurter Allgemeine Zeitung.

Sin embargo, lo más probable es que el exguardia nazi nunca llegue a ser juzgado, como ya ha ocurrido estos últimos años con otros nonagenarios que no ingresaron en prisión por razones de salud. Sobre todo porque el fiscal jefe de la oficina de investigación de crímenes nazis en Ludwigsburgo, Jens Rommel, archivó la investigación abierta contra Palij por complicidad en asesinatos por falta de pruebas a mediados del 2016. En el campo de Trawniki fueron asesinados en noviembre de 1943 unos 6.000 judíos.