Maduro amenaza las cuentas bancarias de los que dejan el país

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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MAURO PIMENTEL | afp

Los países andinos no cierran las puertas a los venezolanos, pero reclaman ayuda internacional para poder atenderlos

31 ago 2018 . Actualizado a las 07:59 h.

Tras la decisión del presidente brasileño, Michel Temer, de enviar el Ejército a la frontera con Venezuela para controlar el éxodo de personas de este país, Colombia, Perú y Ecuador anunciaron ayer una batería de medidas conjuntas para intentar paliar los efectos de la riada humana que escapa de la crisis económica y política venezolana. En concreto, los estados andinos acordaron promover campañas de sensibilización para prevenir los brotes xenófobos que ya han aparecido en algunas zonas de Perú y que también afectan a Panamá y Brasil, donde quienes protestan critican, de forma generalizada, que los venezolanos les están robando el trabajo debido a que aceptan sueldos incluso por debajo del salario mínimo.

Los países andinos no cerrarán las puertas, pero solicitaron a Venezuela que facilite la emisión de los documentos de viaje a todos los inmigrantes. La petición se produce después de que Perú y Ecuador decidiesen solicitar pasaporte a los venezolanos que quieran ingresar en sus territorios, un documento que parte de los que huyen no poseen debido a la dificultad de obtenerlo en su país de origen. La medida fue recientemente suspendida por orden judicial en Ecuador y Perú decidió sustituirla por peticiones de refugio.

Mientras los países vecinos piden ayuda internacional para que no se descontrole totalmente el flujo migratorio, el Gobierno venezolano parece haber perdido el control de la situación porque, al mismo tiempo que niega la crisis y la califica como una «fake news» (noticia falsa), intenta dificultar la salida de venezolanos mediante amenazas a sus cuentas bancarias o propiedades privadas. También los descalifica en el plano personal como hizo Nicolás Maduro. «Dejen de lavar pocetas (retretes) en el exterior y vengan a vivir a la patria», proclamó el martes.

La mayor amenaza, sin embargo, es la imposición de una restricción bancaria a los venezolanos que viven en otros países que permitirá al Gobierno controlar las finanzas de los millones de inmigrantes. El órgano rector de la actividad bancaria (Sudeban) ordenó a las entidades financieras bloquear las cuentas de los venezolanos que accedan a ellas desde el exterior sin haber notificado previamente su itinerario de viaje, en el que se deberá incluir destinos y fechas programadas de salida y regreso.

La medida se ha colocado bajo el paraguas del plan de «recuperación económica» impuesto por el jefe de Estado, y persigue hacer crecer el flujo de divisas en el mercado oficial donde la tasa es muy inferior a la que se maneja en el paralelo ilegal.

Colombia, desbordada

Al menos 2,3 millones de venezolanos [el 7,5 % de los 30,6 millones de habitantes del Estado sudamericano] viven fuera de su país según la ONU. Alrededor de 1,6 millones dejaron Venezuela desde 2015, cuando la crisis empeoró. Un millón de venezolanos han ingresado en Colombia en los últimos 18 meses. 600.000 entraron en Ecuador, 400.000 en Perú, 300.000 en Chile y 100.000 habitan actualmente en Argentina. La mayoría salen de su país por la frontera colombiana, donde la situación está desbordada desde hace meses. Muchos toman rumbo al sur, debido a las malas condiciones del mercado laboral del país cafetero. En Ecuador, la ventaja es cobrar en dólares. En Chile, los altos salarios, en comparación con el sueldo mínimo venezolano de unos 23 euros al cambio. Las autoridades de la región andina creen que la crisis se agravará por el deterioro de la economía venezolana. El FMI ha pronosticado una inflación de 1.000.000 por ciento este año.