Este método de alimentación comenzó a extenderse hace unos años y no ha dejado de ganar adeptos. Eso sí, se necesita tiempo y dedicación

El mundo de la crianza de los bebés está lleno de aventuras, inseguridades y experiencias de todo tipo. Una de las que más inquietudes despierta es, sin duda, la alimentación de los más pequeños de la casa. La Organización Mundial de la salud recomiendo la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, periodo a partir del cual ya se pueden empezar a introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé como complemento a la leche. Como bien se denomina, se trata de una alimentación complementaria. Es decir, estos nuevos alimentos serán durante un tiempo un complemento a su alimento principal que seguirá siendo la leche materna o la leche artificial.

Las frutas y las verduras son los primeros alimentos que se irán introduciendo y, a medida que pasen las semanas, se van incorporando otros productos como cereales, carne, pescado, legumbres, pasta, arroz y huevo. Antes, la forma por antonomasia para dar de comer a los bebés en sus primeros pasos hacia la alimentación complementaria era en forma de papillas, cremas o purés. Sin embargo, las tendencias en alimentación y la necesidad de enseñar a los más pequeños a descubrir cosas por ellos mismos llevó a que el baby led weaning empezase a ganar mucha fuerza como método de alimentación.

¿Qué tiene de bueno el baby led weaning respecto a la alimentación tradicional a basé de purés y dirigida por los padres? La verdad es que son muchas las ventajas que aporta:

  •  Ayuda a regular su propio apetito, ya que la criatura dejará de comer cuando se sienta saciada y no cuando el padre o madre lo decida. Lo mismo al revés, no se verá forzada a comer más de la cuenta porque será el propio bebé el que pare de ingerir cuando así lo considere.
  •  El bebé crea menos aversión a la comida porque es él el qué decide qué comer, qué texturas probar de todas las que le ofrecen y esto acaba resultando en ser menos quisquilloso a la hora de enfrentarse a alimentos sólidos.
  •  Permite observar qué alimentos le gustan más y cuáles menos. Al presentar un plato con varias elaboraciones separadas y en diferentes texturas, los padres podrán darse cuenta de qué alimentos son sus preferidos a la hora de llevárselos a la boca. Si en un plato con calabacín, pollo, huevo y zanahoria vemos que el pequeño se centra más en las verduras, los padres pueden plantearse otras presentaciones o texturas para el pollo o el huevo para ver si así lo aceptan mejor.
  •  Las capacidades motoras se potencian ya que el niño estará trabajando constantemente la coordinación ojo-mano y la masticación. Esto, por consiguiente, ayuda a fomentar hábitos de alimentación saludables.

Estas son solo algunas de las ventajas, pero suficientes para plantearse practicar este método con nuestros bebés. Ahora la pregunta es, ¿qué le preparo a mi hijo para empezar con baby led weaning? Desde luego, hay alimentos que se prestan más que otros a esta técnica como son los blandos. Por ejemplo, patata o zanahoria cocida es mucho más asumible para un bebé que otros alimentos desaconsejados totalmente en los primeros meses de vida por el riesgo que supone de atragantamiento como pueden ser los frutos secos, las aceitunas o las cerezas.

Dicho esto, os proponemos tres recetas de fácil elaboración y con sabores normalmente aceptados por el bebé para que toda la familia se introduzca en esta técnica de alimentación tan beneficiosa.

Jugar con las formas de alimentos altamente consumidos por adultos son un recurso muy bueno. Por ejemplo, unas Minihamburguesas de pollo y avena con espinacas que ellos puedan ir desmenuzando son una opción muy recomendable. Otra opción es la de Nuggets de calabaza y setas, también válida para que se acostumbren a las tan necesarias verduras. Cómo no, las croquetas no podían faltar entre las propuestas de baby led weaning. Dos opciones muy atractivas son Croquetas de arroz con espinacas o Croquetas de salmón y avena, si bien tanto las espinacas como el salmón hay que introducirlo pasados unos meses tras el comienzo de la alimentación alimentaria. Lo que sí está claro es que el baby led weaning es una muy buena aventura con la que experimentar con el bebé, ¡te animamos a practicarla!