Una dieta sana y bien planificada puede ser clave a la hora de enfrentar este padecimiento

La inflamación en el organismo humano no es más que una respuesta del sistema inmunitario y está muy relacionada con el proceso de envejecimiento a nivel celular. La fatiga, hinchazón abdominal, dolores de cabeza e insomnio pueden ser algunos de sus síntomas. También está estrechamente vinculada, a decir de los expertos, a distintos problemas cardiovasculares y metabólicos, así como una serie de condiciones crónicas tales como la artritis, la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales.

Pero como somos lo que comemos, también el sistema digestivo puede ser clave a la hora de enfrentar este tipo de padecimientos. En su interior existen millones que se encargan de convertir los alimentos que consumimos en nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento de todo el cuerpo. Es por este motivo que muchos nutricionistas y expertos en la materia recomiendan una dieta sana y bien planificada sin productos ultraprocesados ni altos en azúcares y sustancias que puedan favorecer este tipo de hinchazón. 

Un grupo de componentes imprescindibles en nuestras comidas son los antioxidantes, los cuales se encuentran naturalmente en las frutas y los vegetales, protegen a las células de su cuerpo de las moléculas dañinas y ayudan a prevenir o a combatir la inflamación. Los alimentos de origen vegetal tienen los antioxidantes que tu cuerpo necesita. Por ello, comer una variedad de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres es el mejor comienzo. Del mismo modo es necesario un correcto equilibrio entre macronutrientes como las proteínas y carbohidratos y grasas con propiedades beneficiosas para el organismo como el omega-3. Es importante, además, satisfacer las necesidades de vitaminas, minerales, fibra y agua. 

A continuación exponemos algunos de los alimentos principales que ayudan a combatir la inflamación: 

Vegetales con hojas verdes y oscuras: Verduras como las espinacas, acelgas y albahacas, entre otras, contienen una gran cantidad de antioxidantes, entre ellos la clorofila. También ayudan mucho los tomates ya que contienen licopeno, un pigmento que ayuda a reducir la inflamación en general. Por ejemplo, vendría muy bien esta mini brocheta de queso fresco, albahaca, tomate y anchoas, un aperitivo refrescante y muy saludable para estas fechas. 

Nueces y semillas: Son consideradas entre los mejores alimentos para reducir la inflamación ya que concentran una cantidad interesante de ácidos grasos, además de sus propiedades moduladoras de lípidos. Igualmente aportan grandes sumas de fibras naturales, esenciales para ayudar a reducir los niveles de colesterol y mejorar las afecciones digestivas. 

Una buena idea sería preparar esta receta: tapenade con nueces. Este delicioso paté vegetal incorpora las nueces para darle un plus de propiedades nutritivas, que además proporcionan una textura muy deliciosa. Es un plato fácil y sencillo de hacer y genial para tener siempre a mano un picoteo saludable.

Aceite de oliva: El aceite de oliva se distingue como una de las mejores fuentes de ácidos grasos de buena calidad. Su concentración de nutrientes le brinda varios beneficios a la salud cardiovascular y, de hecho, resulta efectiva contra los desequilibrios inflamatorios. Y combina perfectamente con muchas de nuestras elaboraciones diarias. 

Pescados azules: Pescados como el salmón, el bonito del norte y el atún representan una de las mejores fuentes de ácidos grasos omega-3. Este tipo de grasa cardiosaludable ayuda a reducir los niveles de colesterol y, a su vez, tiene efectos antiinflamatorios. 

Una de las recetas que funciona perfectamente es este mini tupper de atún, aguacate y nueces. Es una idea buena para disfrutar de un snack saludable, a la par que diferente. Está repleto de grasas buenas, una de las mejores opciones para cuidar la salud del sistema nervioso y del cardiovascular. Esto lo convierte en un tentempié o merienda para afrontar períodos de estrés, como la época de exámenes para los estudiantes, o una fuerte carga de trabajo en el entorno laboral.

Si eres más de sardinas puedes hacerlas rellenas de espinacas, una forma diferente de preparar este pescado tan típico de nuestra gastronomía. Por si fuera poco, son fáciles de preparar, están sabrosas y es un plato muy económico.

A su vez, los alimentos probióticos como el kéfir y el té kombucha ayudan a mejorar el estado de la flora intestinal y de las digestiones, lo cual provoca un efecto depurativo y antiinflamatorio. Del mismo modo, no dejes de comer cebolla, ya que tiene un pigmento natural conocido como quercetina, el cual protege al organismo del daño producido por agentes oxidantes y la convierte en alimento idóneo para tratar afecciones inflamatorias.

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