Los expertos recomiendan entre dos y cinco raciones de verduras y hortalizas cada día para beneficiarnos al máximo de todas sus propiedades nutricionales

Las verduras y las hortalizas son las reinas de nuestra alimentación diaria. De hecho, cada persona en España consume de media 57,94 kilos de este producto fresco al año, casi un 10 % del total de alimentos de la cesta de la compra nacional, según los últimos datos de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura. 

Pero los congelados también son una excelente opción de compra y muchas veces no los tenemos en cuenta. Gracias a su proceso de ultracongelación estos alimentos conservan muy bien sus propiedades, a la vez que retienen las vitaminas, las fibras y los minerales. Por si fuera poco, este tipo de almacenamiento impide el crecimiento de microorganismos como bacterias y evita la pérdida de nutrientes. 

Todo esto se realiza, además, sin la acción de aditivos ni conservantes, lo cual garantiza la conservación del frescor de los vegetales por mucho tiempo. También facilita el consumo de productos fuera de temporada y, del mismo modo, abarata los costes porque la mercancía no es propensa a dañarse con el paso del tiempo como sí ocurre con las verduras y hortalizas frescas. Esto último se evidencia con el precio de este tipo de alimentos en los supermercados, los cuales resultan mucho más económicos. 

También juegan un papel clave a la hora de preparar platos sanos y equilibrados. Entre las propiedades nutricionales de las verduras y las hortalizas es importante tener en cuenta que se tratan de alimentos ricos en vitaminas como la A, B, C, D, E y K; así como minerales esenciales como calcio, hierro, magnesio, sodio y potasio, agua y fibra. Si de alimentos antioxidantes que retrasan el envejecimiento se trata, estos productos son primordiales para proteger las células del organismo, así como crear una barrera ante enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer. 

Es por esto que los expertos recomiendan entre dos y cinco raciones de verduras y hortalizas cada día, tanto crudas como cocinadas para beneficiarnos al máximo de todas sus propiedades. Igualmente compartimos algunos ejemplos de las recetas que pueden ser elaboradas con productos congelados, muy fáciles y sencillas. 

Una de las primeras recomendaciones son los guisantes con hierbabuena, un plato perfecto para tomarlo como principal o guarnición de carnes y pescados. Los guisantes congelados son también una excelente opción ya que son ricos en proteínas, fibra y potasio.

También las alcachofas salteadas con berberechos vienen muy bien al paladar. Este salteado es un plato comodín para improvisar una cena deliciosa y saludable en tiempo record. Resulta una receta ideal para cuando no sabemos qué comer o cenar o bien no tenemos muchas ganas de cocinar, pero queremos seguir disfrutando de una cocina saludable, fácil y de una forma económica. 

Por último está el clásico ratatouille de tomate y calabacín gratinado. Este plato constituye toda una especialidad de la cocina francesa a base de verduras. Similar a nuestro pisto manchego, es una manera perfecta para tomar como plato único o incluso para ser un buen acompañamiento de carnes y pescados. En este caso lo prepararemos de una manera muy sencilla utilizando dos ingredientes principales como son el tomate y el calabacín, este último producto muy fácil de encontrarlo de forma congelada en nuestro supermercado de referencia.