Conoce estas dos nuevas formas de acoso digital y cómo prevenirlas

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Hay dos nuevas formas de acoso que están tomando fuerza y a las que hay que ponerle freno cuanto antes. Te ponemos sobre aviso para que prestes atención a sus señales y, así, las puedas descubrir, evitar y corregir

13 jun 2018 . Actualizado a las 11:46 h.

Al hablar de violencia de pareja muchas veces se omite el control de todas las formas que tiene un compañero o compañera sentimental para socializar. En ocasiones, hay quien quiere llegar a tener acceso a todas las redes sociales, aplicaciones, correos electrónicos y actividades diversas que realice su pareja en los dispositivos móviles, limitando así su forma de actuar y reaccionar con su familia y su entorno. Todo esto puede resultar en una evidente forma de acoso, control y violencia emocional.

Muchas veces, esta forma de violencia se confunde por parte de la víctima con un exceso de amor o celos, sintiéndose incluso halagado o halagada y hasta por momentos sintiendo empatía hacia ese control como si se tratase de un sentimiento de miedo por parte de la pareja controladora. Esto suele derivar en conceder acceso a todas las claves, contraseñas y actividades. Sin embargo, de lo que realmente no se da cuenta es de que está convirtiéndose en presa de una persona posesiva.

La ingenuidad, la falta de experiencia o el miedo por parte de la víctima no le permite decir no a este tipo de acciones. Puede darse la situación de que para la persona controlada es la primera vez que alguien le brinda tanta atención tras un falso manto de protección, lo cual terminará mermando su personalidad y sometiendo cada acto a la aprobación de su pareja. Esta situación sucede a diario en parejas adultas, siendo la mujer la más afectada en la mayoría de casos.

Actualmente, se están produciendo muchos y variados movimientos centrados en empoderar a la mujer y hacerle saber que no está sola. Sin embargo, todavía no son suficientes. Es crucial que este tipo de acoso y violencia emocional se detecte a tiempo para no contaminar una relación, ya que a la larga perjudica no solo a la mujer sino a su propio entorno.

Grooming, una vieja amenaza para los niños que resucita en la era digital

Este tipo de acoso se ha practicado desde hace muchos año pero, por lo general, se conocía poco de ella porque las víctimas o sus padres no lo denunciaban, bien por miedo o por vergüenza. Quienes practican grooming son adultos que atentan contra la intimidad de un menor de edad y que utilizan artimañas para ganarse la confianza del menor.

Normalmente, estos actos provenían de personas del entorno de la víctima, sean familiares o vecinos pero, tras el auge de Internet, se les abrió una gama de posibilidades para cometer sus delitos. Hablamos de las redes de pedofilia, pornografía y prostitución infantil.

Con la facilidad que brinda Internet para conocer a menores a través de las redes y aplicaciones, se debe tener mayor atención a las conversaciones que entablan los menores. El acceso libre a la información que comparten en sus perfiles tanto el menor como sus padres o familiares cercanos es aprovechado por estas personas para lograr contacto físico con ellos.

La manera de operar bajo el anonimato se les ha hecho cada vez más fácil. Les basta con crear un perfil en las redes sociales y hacerles creer que es un amigo o conocido de la familia o algún artista famoso. A partir de ahí, se ganan su confianza ofreciéndole regalos o beneficios que solo podrán recibir si envían fotos o videos íntimos. Una vez que la confianza es absoluta, los citan en algún lugar para concretar un acto sexual. Puede parecer utópico, pero es real. Los menores son intimidados si dicen algo: amenazan con atentar a su familia o con mostrar las imágenes que tienen ellos en la red, por lo que acceden a ese encuentro. Lo peor es que pueden pasar años en esta situación.

Manejar la privacidad de lo que el menor y la familia comparte o, al menos elegir con quien lo comparte, se presenta como un reto inmediato.

El papel que juega el control paternal

Monitorizar las actividades que realiza el menor, tanto en el ordenador como en sus dispositivos móviles es una opción cada vez más competente para evitar este tipo de malas experiencias con las que se pueden enfrentar cuando se encuentran navegando en Internet.

Por este motivo, es muy recomendable instalar aplicación mSpy. Se trata de una versátil y completísima app que permitirá a los padres estar al tanto de las actividades de sus hijos y tomar cartas en el asunto a tiempo.

mSpy cuenta con un panel de control de navegación sencilla en el cual se mantiene la información de cada actividad de una manera ordenada y cronológica para poder hacer un seguimiento estructurado. Estas son algunas de sus funciones:

Registra y monitoriza las llamadas entrantes y salientes; permite la restricción de los números según criterio.

Facilita el seguimiento de mensajes de texto y correo electrónicos enviados y recibidos con fecha y hora.

Permite espiar mensajes de WhatsApp, SnapChat, Facebook Messenger y otros servicios de mensajería instantánea.

Rastreo del navegador para poder conocer las páginas visitadas, sus favoritas, así como las horas en las que las visita. La app permite generar alertas de palabras clave, pudiendo bloquear la página que las contenga o cualquier otra página que tenga contenido inapropiado.

En definitiva, visitar el sitio web de mSpy ayudará a conocer mejor su funcionamiento y descubrir más medidas preventivas para proteger el crecimiento y bienestar familiar.