Los productos de la huerta van ganando protagonismo cada vez más y han dejado de ser el patito feo de la cocina

Hay un dicho popular que dice «olla sin verduras, no tiene gracia ni hartura». Y es verdad. Las verduras, siempre consideradas el patito feo o etiquetadas de aburridas o insulsas, han empezado a tener la fama que se merecen desde hace tiempo. Son como ese pretendiente que, a primera vista, no entra por el ojo pero que acaba por hacernos sentir mejor tras conocerlo en profundidad en una cita.

Las verduras son los alimentos que más agua proporcionan al cuerpo; pura vida. La mayoría son fáciles de preparar, mucho más que un arroz o una carne al horno. Son un partidazo: contienen vitaminas, minerales, son ricas en fibra, carecen de grasas, combinan con cualquier plato y, además, para no caer en la monotonía se pueden aprovechar por temporadas. Dependiendo de cada época del año son más recomendables unas u otras, por lo que es imposible aburrirse de ellas porque en la variedad, que la tienen, está el gusto.

Como las primeras citas suelen ser más informales, vamos a quedarnos con unos platos de esos que se pueden comer con las manos y en lugares al aire libre como la playa, ese destino tan deseado por muchos ahora e ideal para una primera cita ahora que, por fin, estamos en fase 2 y podemos salir de casa con más libertad que hace unas semanas.

Perrito de zanahoria

La vista es el primero de los sentidos que activamos en una primera cita, por lo que una zanahoria es ideal por su alto contenido en vitamina A, nutriente fundamental para una buena visión. Es un alimento muy versátil para su consumo: asadas, en guisos, en zumo, cocidas o crudas como acompañante de hummus, por ejemplo. Pero en esta ocasión te proponemos sustituir la clásica salchicha de un perrito por una zanahoria marinada con soja, ajo y pimienta negra. Los aderezos y las cebollas que se añaden a la receta de este perrito de zanahoria, harán que te sorprenda por su combinación de sabores.

Bocata de pimientos y berenjenas

Un buen bocadillo es un clásico que nunca falla. Dejando a un lado los clásicos de tortilla, calamares y chorizo, toca dar un paso más en nuestra relación con el relleno. Las clásicas rebanadas de pan blanco se pueden sustituir por un pan de semillas como la chía o el lino, que además de sabor aportan fibra. La combinación para rellenar este bocata es un trío de ases: los pimientos, con su poder antioxidante; las berenjenas, ricas en hierro, calcio y potasio y los tomates, fuente de vitamina C. El resultado: un colorido y sabroso bocadillo de verduras asadas acompañado de piñones, perejil y aceite de oliva ideal para reponer energía bajo la sombrilla.

Montaditos de calabacín

Sea en formato montadito o en formato pizza, la clave es que el calabacín sustituya a la masa. Cortándolo en rodajas de un centímetro se consigue una base sólida sobre la que colocar los ingredientes que más nos apetezcan. Desde una simple mezcla de tomate y albahaca hasta añadirle una loncha de jamón o pavo cocido con queso gratinado por encima. Con pocos minutos de horno -o incluso al microondas- se consigue un bocado rápido bajo en calorías y con vitaminas como el fósforo, el magnesio o el calcio, además de fibra y agua.