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Los usuarios de motos hace tiempo que están en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico (DGT) que observa con preocupación el número creciente de víctimas que la carretera se cobra año tras año. Tanto es así que la pasada campaña de Navidad, la DGT puso el acento en estos conductores con la recomendación de emplear un chaleco protector, pero las medidas prosiguen dado que el número de fallecidos por esta causa no amaina.

Es ahora, sobre todo con la llegada de las buenas temperaturas, cuando las carreteras se inundan de motoristas deseosos de disfrutar del asfalto sin sufrir los contratiempos del frío o de la lluvia. En lo que llevamos de año la DGT ha contabilizado ??71 motoristas muertos en España. Es decir, integran el 20 % de las víctimas totales

También el retorno de las grandes celebraciones moteras como el Gran Premio de Jerez ?celebrado el 1 de mayo? ha incidido en el mayor número de fallecidos. De hecho, durante ese fin de semana, ocho motoristas murieron en las carreteras.

Por este motivo, la DGT va a desarrollar durante este año diversas campañas de control sobre este colectivo tan vulnerable porque, aunque parezca increíble, todavía asistimos a escenas de motoristas que no llevan un elemento tan básico para su seguridad como es el casco. De este modo, en 2021, de los 241 motoristas que murieron, 10 de ellos no lo portaban en el momento del accidente.

Incluso los hay que se lanzan al asfalto sin que se haya suscrito el correspondiente seguro de moto. Tanto es así que la multa por conducir una moto sin póliza asciende hasta los 1.250 euros en el caso de las motocicletas y a los 1.000 euros si hablamos de ciclomotores. Sin duda, unas cuantiosas sanciones que pretenden concienciarnos acerca de su importancia.

Tampoco podemos olvidar que el mantenimiento de una moto es más exigente que el de un coche. Por lo tanto, debemos ser rigurosos con su cuidado, especialmente con elementos como los neumáticos que en caso de estar en mal estado o deshinchados pueden comprometer su estabilidad y provocar una fatal caída.

A esto se suma que el conductor está más expuesto a los accidentes y ciertos aspectos que apenas revisten gravedad para un coche, en una moto se convierten en un auténtico reto para la conducción. De esta manera, un asfalto en mal estado con baches, una tapa de alcantarilla o simplemente pisar una marca de pintura que con el tiempo se ha vuelto resbaladiza pueden propiciar un siniestro en la carretera.

Por supuesto, tampoco podemos subestimar la presencia de ángulos muertos, pues el pequeño tamaño de las motos dificulta en ocasiones que puedan ser advertidos por el resto de conductores que acaban arrollándolos en cualquier maniobra.