Por qué la Navidad pesa tanto en tu bolsillo
Cómo planificar tus compras navideñas sin caer en deudas innecesarias
La Navidad es una época que, aunque llena de ilusión, supone un gasto importante para muchas familias. En España, el gasto medio por persona en Navidad ronda los 500 euros, según estudios recientes, lo que refleja cómo este periodo puede tensar el presupuesto doméstico.
Además, el desembolso medio destinado a regalos es muy elevado, lo que penaliza aún más los bolsillos en estas fechas.
Por otro lado, el gasto en alimentación se dispara: los hogares españoles aumentan en torno a un 30% más su gasto en comida durante la Navidad, un incremento que supone unos 120 euros adicionales de media.
También se nota un repunte en ocio y entretenimiento, como comidas fuera, reuniones o eventos navideños, todo ello sumado puede hacer que lo que pagas en esos meses sea mucho más que lo habitual.
Qué puedes hacer si necesitas algo de liquidez
Si ves que te falta un poco de dinero para afrontar los gastos navideños, hay varias estrategias que te pueden ayudar, aunque cada una tiene sus riesgos y beneficios.
Una opción es aprovechar las ofertas del Black Friday, justo antes de la Navidad. Al comprar con antelación en esos días de descuento, puedes conseguir regalos a mejor precio y así reducir parte del gasto.
Además, muchas tiendas ofrecen fórmulas como “compra ahora y paga después” (buy now pay later), que permiten dividir el coste en varias cuotas sin intereses si lo planificas bien.
Otra alternativa interesante es usar tarjetas de crédito al 0% de interés, que te dan el margen para financiar ciertos regalos sin pagar intereses, siempre y cuando devuelvas el dinero antes de que termine ese periodo promocional.
De esta forma, no tienes que desembolsar todo por adelantado, pero evitas que los intereses se disparen.
También puedes considerar pedir prestado a familiares o amigos. Este tipo de ayuda suele ser la más flexible, sin intereses y con plazos más cómodos. Si tienes buena relación con ellos, puede ser una solución muy buena sin complicarte con bancos ni condiciones estrictas.
Precaución con los préstamos rápidos
Si ninguna de las anteriores opciones te basta, podrías recurrir a préstamos rápidos. Según Bruno Velázquez, de SuperDinero.es, estos créditos son útiles cuando necesitas dinero con urgencia, porque se pueden gestionar fácilmente por Internet y, en algunos casos, puedes tener el dinero en pocas horas.
Sin embargo, Velázquez advierte de que estos préstamos conllevan riesgos. Su coste es normalmente mucho más alto que el de un préstamo personal tradicional, y los plazos de devolución son más cortos.
Si te retrasas, las penalizaciones pueden elevar mucho lo que debes pagar, lo cual puede provocar que la deuda aumente rápidamente.
Además, la tasa anual efectiva (TAE) y otros cargos pueden hacer que el coste real sea bastante superior al monto inicial que pediste prestado. Por eso, aunque sea tentador, es importante usar estos préstamos solo como recurso puntual, no como una fuente habitual de financiación.
Cómo decidir de forma responsable
Primero, es fundamental hacer un pequeño balance: calcula cuánto necesitas realmente extra para cubrir comidas, regalos o celebraciones. Si es una cantidad moderada, quizá te convenga más pedir a un familiar o usar una tarjeta al 0% que asumir un préstamo caro.
Segundo, planifica tus compras: adelantar regalos al Black Friday o usar planes de pagos sin interés puede marcar la diferencia entre pagar de más o mantener tus finanzas bajo control.
Tercero, si decides acudir a un préstamo rápido, lee detenidamente todas las condiciones: mira la TAE, los plazos, las penalizaciones por impago y asegúrate de tener un plan para devolverlo. No pidas más de lo necesario ni utilices este tipo de crédito para gastos recurrentes.
Conclusión
La Navidad es una época especial, pero también puede ser económicamente exigente. Si necesitas un poco de dinero extra, hay vías más seguras y otras más arriesgadas.
Aprovechar las ofertas navideñas o usar financiación sin intereses puede ayudarte a repartir el gasto, mientras que pedir prestado a tu entorno cercano suele ser menos costoso.