Una conducción eficiente reduce el consumo, las emisiones CO2 y aumenta la seguridad

Manolo Calleja REDACCIÓN

MOTOR

La clave es evitar los frenazos, no acelerar bruscamente y cambiar de marcha solo si es necesario

16 ago 2017 . Actualizado a las 13:39 h.

Muchos de los lectores de La Voz de Asturias habrán leído en más de una ocasión hablar de la conducción eficiente, pero ¿saben realmente de que se trata y que beneficios aporta? Bueno, pues básicamente se trata de introducir cambios en los hábitos en la conducción para adaptarlos a las innovaciones introducidas en la última generación de motores y que permiten reducir el consumo de carburante, la contaminación ambiental y de paso aumentar la seguridad en carretera. Con este tipo de conducción se puede ahorrar hasta un 15% de combustible y una reducción de hasta un 15% las emisiones de CO2.

En base a un decálogo elaborado por la Dirección General de Tráfico y el IDEA (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético) y en el que ha intervenido también ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones)  recuerdan diez consejos para una conducción eficiente. Es importante arrancar el motor sin pisar el acelerador e iniciar la marcha nada más arrancarlo si bien en el caso de que el motor sea turboalimentado es aconsejable esperar unos segundos antes de iniciar la marcha. La primera velocidad se debe usar solo para iniciar la marcha cambiando a segunda a los dos segundos o una vez recorridos seis metros aproximadamente; se debe cambiar de marchas entre 2.000 y 2.500 r.p.m. en coches de gasolina y entre 1.000 y 1.500 r.p.m. en los diésel; se debe de circular, en ciudad también, lo más posible en marchas largas y a bajas revoluciones y en carretera tratar de mantener la velocidad lo más uniforme posible evitando los frenazos, acelerar bruscamente o cambiar de marcha innecesariamente. Cuando haya que hacer una deceleración es conveniente anticiparse al tráfico levantando el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha que llevaba, luego frenar con mucha suavidad y reducir la marcha lo más tarde posible; si hubiera que parar, siempre que la velocidad y el espacio lo permitan hacerlo si reducir previamente la marcha. En paradas prolongadas, por encima de un minuto, es recomendable apagar el motor en aquellos modelos que no dispongan del sistema Stop/Star. Otro de los puntos importantes para la eficiencia en la conducción es la anticipación y la previsión, conduciendo siempre a una adecuada distancia de seguridad para tener así un amplio campo de visión que permita ver dos o tres coches por delante. En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad levantar el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras y tener tiempo para evitar los frenazos o los cambios bruscos de marchas. Estas son en líneas generales los consejos prácticos para realizar una conducción eficiente que además de los beneficios en el ahorro de combustible y reducir las emisiones de CO2, reduce el estrés del conductor, ofrece un mayor confort al resto de los pasajeros y una mayor seguridad.