Poco espíritu salvaje

OPINIÓN

11 jul 2017 . Actualizado a las 08:33 h.

Tal vez al nuevo programa de aventuras de Cuatro le haya sobrado ese acabado de perfección que uno como espectador espera de un espacio que se presenta como Espíritu salvaje. Y tal vez por eso el público se haya venido abajo ante la imagen excesivamente idílica de una familia que se lanza a la aventura por el mundo adelante para fotografiar animales. Esa postal, al menos en el primer capítulo, ha rebajado la naturalidad que el público esperaba cuando un matrimonio se expone con dos niños, de 13 y 7 años, a contar su día a día recorriendo el planeta. Eso no les quita mérito a sus protagonistas, ni mucho menos, pero rebaja el interés de un estreno que a primera vista parecía invitar a viajar de un modo mucho más excitante y muchísimo más cercano y real. A ver si en el segundo capítulo brota ese espíritu.