Las sonrisas del WhatsApp

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

OPINIÓN

05 sep 2017 . Actualizado a las 14:52 h.

Es verdad que nos hemos vuelto cabizbajos, que nos ha salido chepa de tanto mirar para abajo, y que muchos si no han tropezado en la acera han estado a punto de precipitarse por culpa de mirar al móvil. Perseguimos ese doble clic con tanta ansia que he visto wasapear a gente en situaciones de lo más inverosímiles con tal de no perder un segundo en la respuesta. Wasapeamos recién salidos de la ducha, mientras estamos sentados en el váter, en el momento en que pagamos en el supermercado, entrando en la consulta del pediatra, bajando del autobús y entre bocado y bocado en la cena. Todavía no ha salido un manual que nos indique cuándo y cómo debemos contestar y nos vamos dejando llevar por este desenfreno que nos guía con tal de seguir la conversación escrita. Pero antes de que salga ese código de buena conducta y de que lleguen a nuestras ciudades las líneas que separan a los que caminan de frente y los que caminan mirando al suelo, fíjense en la cantidad de sonrisas que hemos ganado. Las que sin darnos cuenta nos salen de golpe cuando miramos el móvil, las que vemos de repente en las personas que pasean mirando el teléfono, mientras entran en el pediatra, cuando pagan en el supermercado, sentados en el váter, al salir de la ducha o entre bocado y bocado en la cena. Esas sonrisas no son de manual, pero brotan espontáneas cada vez que entra el mejor WhatsApp.