La segunda de «The Crown»

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

OPINIÓN

23 ene 2018 . Actualizado a las 08:35 h.

Hay que reconocer la dificultad de mantener la tensión y el buen hacer en una serie. En una serie, además, tan majestuosa como The Crown, pero Peter Morgan ha conseguido que los espectadores nos entreguemos aún con más pasión en esta segunda vuelta a la vida de Isabel II. Si segundas partes nunca fueron buenas será porque no estaban las hermanas Windsor, Margarita y Lilibeth, o si quieren Vanessa Kirby y Claire Foy, para darles vida. Qué dos actrices enormes y qué debate el que se nos plantea cada vez que estas dos mujeres salen a escena. Porque uno de los grandes aciertos de la segunda temporada ha sido profundizar, con esa minuciosidad silenciosa de The Crown, en la vida interior, en la parte familiar, personal e íntima, de la reina de Inglaterra. Esos cara a caras entre las dos hermanas, tan distintas y tan reales al tiempo, consiguen siempre dejarnos boquiabiertos y arrastrarnos a la desazón interior de las dos. La de Margarita, espontánea, apasionada y vital, y la de Isabel contenida, orgullosa y por momentos altiva. Entre esos dos polos se construye un relato que gana con los saltos temporales (necesarios para situarnos en la historia), pero también con los entresijos del matrimonio de Felipe e Isabel, absolutamente creíble, gracias al papelón de Matt Smith que lo humaniza en cada secuencia y hace que los queramos más en esta segunda, mejor, temporada.