El buen lugar

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

01 oct 2018 . Actualizado a las 07:17 h.

No importa lo enorme que sea la mentira. En lo más pequeño, la verdad prevalece.

Si todo es tan perfecto, ¿a qué vienen tiendas de yogur helado por todas partes? Si hay algo oculto, al final siempre acaba saliendo a flote. Aunque te hayan convencido de que todo está bien con un gigantesco cartel verde. Desconfía. Los amantes de los cuadros de payasos raras veces son buena gente. El voto de silencio no quiere decir que sea compasivo, profundo, taoísta ni valiente. Estar permanentemente callado a veces no es un sacrificio. Es una suerte. A pesar de que te prometan libertad y respeto, no te lances. Si no puedes decir palabrotas, no es un lugar decente. Puede que te engañen al principio. Estás en el buen lugar, tienes suerte. Muy pocos lo consiguen. Dedícate a ser feliz, que es lo que hace aquí la gente. Te presentan a tu alma gemela, los vecinos son perfectos, hay una fiesta, todos te quieren. Pero al final la basura cae del cielo mientras te animan a que vueles. Y el arquitecto de todo este barrio, ese hombre alto y bien vestido, que te ha apoyado desde el primer minuto en este sitio que de bonito que es, duele, resulta que lo que ha creado no es tan brillante como el brillo te parece. Los detalles más pequeños, siempre. Ahí es donde la verdad aparece. Y pasan los minutos y cada vez más dudas. ¿Seguro que este es el buen lugar? No tenías que estar aquí. En realidad, no te lo mereces.