«Memepolitik»

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

19 nov 2018 . Actualizado a las 08:09 h.

Nunca. Nunca serán capaces de reprimirla. No podrán juzgar a nadie por usarla. Ni legislar sobre su impertinencia. Está dentro de cada persona. De todos y cada uno de los seres humanos de este planeta. Aunque haya días en los que parece habernos abandonado. Cuando no queda absolutamente nada, permanece. Siempre persevera. Es parte de un exorcismo necesario. Una catarsis en medio de los escombros humeantes de un país en ruinas. Es responder a cada uno de los martillazos a la realpolitik que la irrealidad política española asesta cada día. Y Pablo Iglesias, que te asalta desde detrás de un árbol, es el nuevo protagonista del catálogo de un hipermercado. Porque un plato es un plato y un vaso es un vaso. Durante unas horas, España estuvo gobernada por el bolso de Soraya. Con cada apretón de manos, Pablo Casado obtiene un nuevo máster. No es que colonice, es que hace España más grande. No hay nada más revelador que aquel jajá de Pedro Sánchez, el resucitado, en un debate. Santi Abascal cabalga para traernos la ultraderecha, luego ese caballo que viene de Bonanza. O Joselito. O la Pantoja. Allá por donde va, Albert Rivera ve españoles. Y ahora, Joan Tardà y Gabriel Rufián explican qué pasa con Cataluña palmeando Malamente. Rosalía, cómo no. ¿De qué otra cosa habla la gente? Contra su ineptitud, memepolitik. El humor como el último refugio contra los incompetentes.