Tan hipnótica como la propia isla en la que se desarrolla, Hierro, la nueva ficción de Movistar+, que tiene el mismo nombre (Hierro) es todo un volcán de emociones. Las que han conseguido generar los gallegos Pepe y Jorge Coira en un entorno asfixiante para un thriller en el que todos los vecinos terminan pareciendo sospechosos. Esa cercanía que hiela en un contexto que de tan magnético repele da lugar a una historia en la que sobresalen Candela Peña y Darío Grandinetti. Candela, con el desparpajo natural de quien lleva también en la ficción su nombre real, es la jueza que llega a Hierro para desconcierto de todos con el fin de descubrir al asesino. Ella se arma con la fuerza de las verdades que duelen y que es mejor no decir, pero que Candela termina diciendo a cada momento. Grandinetti es el tipo duro que, de tan duro, acaba por desconcertar también a la jueza. Ese tándem es el centro de una trama en la que los secundarios, los vecinos, agitan ese ahogo de la lentitud de la isla, del cotilleo de la isla, de la falta de secretos de la isla, que consiguen hacer de Hierro un personaje más de la ficción. Con una fotografía impresionante, la serie es otra de las que permiten disfrutar de un buen rato con el alarde de unos actores que se enredan en ese guion magnífico en el que late el sentir de un modo de vivir diferente. Descubrir Hierro es, además, otra suerte.