Quim Torra: creerse Julio César siendo Nerón

OPINIÓN

Nacho Doce | Reuters

30 ene 2020 . Actualizado a las 11:50 h.

En este independentista, y en los otros, todo al fin se reduce al oropel y al sillón, al cálculo de escaños, al coche oficial. De ahí estos idus de marzo en pleno mes de enero. Puro teatro. Como si monsieur Torra, que en esta imagen está diciendo algo así como que se acabó la fiesta, ¿pero qué fiesta?, estuviera en Mérida representando un libreto de Shakespeare, sorprendido, oh, dioses, por la traición, cuando la traición es la pura esencia de esta ideología que manejan. Basta repasar su mantra: independentismo y diálogo. Parlem y puñalada. Claro que su puesta en escena, o la de Puigdemont, ventrílocuo desde Waterloo, iba de proclamarse Julio César traicionado en el Senado. Solo le faltó, antes de darse la vuelta y cerrar la puerta, calzarse una corona de olivo y gritar Et tu, Brute. O sea Tú también, Junqueras. Discreto actor, Quim Torra: quien prende fuego a Cataluña solo puede pasar a la Historia como Nerón.