Esta manera de despedirse

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

30 mar 2020 . Actualizado a las 17:06 h.

Vale que era un estereotipo de chico duro con corazón quebrado y que estas dieciséis temporadas lo han dejado con menos pelo, más barriga y un aspecto un tanto ajado. Vale que se había convertido en la comparsa de la doctora maravilla y se había vuelto un casado anodino y un pelín amargado. Vale, ya no aportaba nada, empezábamos a cansarnos. Echábamos de menos uno de esos capítulos en los que todo cambia porque hace falta un momento catártico. Le tocaba, porque estaba más que amortizado. Llevaba sufriendo 16 temporadas por una infancia difícil y esa incapacidad de ser vulnerable, ni siquiera si estaba enamorado.

Alex Karev ya no era el mismo. Tampoco emocionaban ya ninguno de sus casos. Pero esta manera de despedirse no es digna ni siquiera para el pediatra malote que en el fondo era un blando. Tres cartas mal escritas que podrían haber sido escritas por cualquier funcionario. Una historia rocambolesca de que había recuperado la relación con aquella mujer que le había hecho tanto daño. Aparecen dos hijos mellizos como si esto fuese el truco cutre de un mago barato. Por favor, si ni siquiera se les ve la cara en los recursos de su feliz vida en su casita de campo.

Tres cartas para dejar a su esposa, su vida, su carrera, su dignidad y su legado. Un capítulo desgajado, compuesto a base de jirones mal cosidos de sus buenos tiempos y de fotogramas empalagosos a cámara lenta que supuestamente deberían emocionarnos. Que injusticia deshacerse así de él. Quizá hubiera sido mejor un gran accidente. A lo mejor habría compensado haberlo matado.