Cómo dejar atrás los efectos del confinamiento en la báscula

Cristina Tejera EN LÍNEA

OPINIÓN

María Pedreda

16 jul 2020 . Actualizado a las 16:46 h.

Muchos de los memes enviados durante la cuarentena ya presagiaban lo que iba a ser la nueva normalidad y es que el confinamiento en algunos casos ha sido más bien confitamiento. Según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), aproximadamente el 90 % de los españoles declaró haber ganado entre 1-3 kg durante este período, y un 10 % entre 3-5 kg.

La falta de actividad física y la situación a nivel emocional han impactado sobre la báscula. Las prisas son enemigas de perder peso de forma saludable y amigas del efecto rebote. Tenemos que centrarnos en perder grasa corporal, que podemos monitorizar con básculas con medición de grasa incorporada, midiendo nuestra cintura o simplemente viendo cómo te queda ese vestido o esa camisa tan ideal del verano pasado.

Planifica siempre lo que vas a comer. Llena tu despensa de productos frescos, de temporada y proximidad. Cíñete a la lista de la compra y no cedas ante el snack de moda. Controla el tamaño de tus raciones. De forma sencilla, puedes hacerlo con el método del plato. La mitad de verduras, un cuarto de proteína de alto valor biológico y el otro cuarto con granos, cereales o sus derivados integrales (pasta, arroz, quinoa, etcétera). Llena de vegetales tus comidas y cenas, cocínalos y preséntalos de forma atractiva. Recuerda que las legumbres no son solo para el invierno y son una fuente de proteínas y otros nutrientes, con bajo aporte calórico si se preparan en confecciones culinarias sencillas.

Procesados, no gracias. ¿Has probado a hacer helados caseros de frutas? No hay que ser un cocinero experto para comer sano y rico. No te rindas al tapeo y bebida calórica. Agua con limón o té con hielo, te refrescan sin añadir calorías. Recuerda que el alcohol tiene 7 kilocalorías por cada gramo, si optas por una cerveza, mejor que sea 0,0. Apúntate a la tapa atlántica: mejillones, navajas, pisto, pulpo, …

No puedes olvidarte del ejercicio físico. Combinar ejercicio aeróbico (caminar, bici, trotar, baile…) con ejercicio de fuerza (pilates, mancuernas con poco peso, …) es el que obtiene mejores resultados. Aumenta el NEAT, que a efectos prácticos es la energía que gastamos en actividad física fuera del ejercicio físico como tal, por ejemplo, sube escaleras en vez de ascensor o date una vuelta por tu oficina cada hora de trabajo. Interrumpirás el sedentarismo y ayudarás a aumentar tu consumo calórico.

Cuidar tu alimentación, el ejercicio físico y mantener una relación sana con la comida te harán ganar salud. No la pierdas por el primero que te venda una cintura de avispa para bañarte en el Atlántico. Y si lo necesitas, busca ayuda profesional.