Sánchez y Feijoo: hacérselo mirar

OPINIÓN

SUSANA VERA | REUTERS

07 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Estaba escrito que el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo no iba a bajar la inflación. La cosa acabó mayormente en un debate sobre el estado del primero, que, como luego se vio, ni necesita que le aplaudan: ya se aplaudió él durante hora y pico. Luego, Sánchez convirtió el escenario en un cuadrilátero, un debate sobre el estado del segundo. El evento sirvió para comprobar que hasta en el Senado puede haber ambiente. Claro que sería más económico, y oportuno, que los dos primeras espadas del nueviejo bipartidismo español discutiesen en el bar. El cara a cara entre Sánchez y Feijoo fue, en realidad, un patada a puñetazo. No llegó la sangre al río porque lo más cerca que estuvieron fue esto: Sánchez desenfocado como en una encuesta, Feijoo con un gesto que quiere decir cualquier cosa menos dichosos los ojos, y Maroto de jueves, y eso que era martes. El espectáculo de ayer fue tan español que hasta para resumirlo hay un dicho: ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio.