Un asesinato por 150 euros: la Fiscalía pide 30 años para el acusado del crimen de Ciudad Naranco

La Voz REDACCIÓN

OVIEDO

El ministerio público señala que el acusado ejerció una violencia «extrema e innecesaria» sobre el fallecido, un trabajar que se encontraba en el interior de una nave

03 dic 2019 . Actualizado a las 15:23 h.

La Fiscalía solicita 30 años de prisión y 10 años de libertad vigilada para un acusado de matar en 2010 a un trabajador con una violencia «extrema e innecesaria» en una nave, ubicada en Ciudad Naranco, para hacerse con un botín que rondó los 150 euros. El Ministerio Fiscal imputa al acusado un delito de asesinato, un robo con violencia y un delito leve de hurto y pide que indemnice a la viuda con 150.000 euros y a su hija con 50.000 euros. Los hechos ocurrieron entre las 13:42 horas y las 14:15 del día 11 de noviembre de 2010, en la nave de la empresa Brico Cook, en la calle Coronel Bobes de Oviedo, donde trabajaba la víctima, A.S.S., de 64 años. Según el relato fiscal, el acusado sabía que, entre las 13:00 y las 15:00 horas, en la empresa sólo había dos trabajadores, que uno de ellos que abandonaba las instalaciones para comer y que esperaba que el otro, la víctima, estuviera durmiendo la siesta tras el almuerzo.

De esta forma, «guiado por un ánimo de obtener un beneficio económico ilícito», se puso guantes de látex que se rompieron parcialmente para no dejar huellas, y accedió al interior de la nave, al comprobar que no estaba cerrada con llave. En la planta baja, cogió una carpeta que había dentro de un armario que contenía diferentes monedas por importe de 50 euros y seguidamente, inspeccionó hasta el fondo de la nave, sin encontrar nada más de valor, y volvió a la entrada. A continuación, siguió por las dos plantas superiores y un altillo situado entre ambas plantas y cuando se hallaba en la segunda planta, encontró a la víctima, que estaba durmiendo la siesta en un sofá-cama aprovechando su tiempo de descanso. El trabajador despertó ante su presencia y en ese momento, «con intención de acabar con su vida», según sostiene la Fiscalía, cogió un elemento pesado inciso contuso, que no ha sido localizado, tipo uña o pata de cabra de considerables dimensiones que estaba en ese lugar, y le golpeó.

La Fiscalía mantiene que el acusado utilizó una violencia «extrema e innecesaria» frente a la víctima, a la que propinó múltiples golpes, que provocaron su fallecimiento. La acusación recuerda, en su escrito de calificación, que la víctima no se esperaba el ataque al estar durmiendo la siesta, de tal manera que no pudo prever la agresión ni defenderse. Según informa EFE, el acusado aprovechó para registrarle la ropa y cogerle la cartera que llevaba con todas sus tarjetas, así como cien euros y, una vez con el botín, se dio a la fuga, dejando allí el cadáver del trabajador. La Fiscalía expone, en el escrito, que el acusado asestó «de forma brutal» varios golpes a la víctima en órganos vitales, que excedieron «con creces» de los necesarios para producirle la muerte. En la fuga, descendió por la escalera central hasta llegar a la planta baja, en la que encontró un baño en donde, tras encender el interruptor de la luz, limpió toda la sangre de la víctima que pudo y que tenía en sus manos y en sus ropas, eliminando también las manchas de sangre del servicio.

A continuación, se encontró una taquilla que utilizaba para guardar sus pertenencias y cogió una herramienta tipo destornillador que encontró en una caja de que estaba abierta justo debajo del armario, con el que pudo forzar la cerradura en busca de algo de valor, pero no encontró nada. Finalmente salió de la nave por la misma puerta peatonal de la calle Coronel Bobes, a la derecha hacia la calle Almacenes Industriales, desde donde huyó. El acusado fue detenido por la Policía Nacional el año pasado, tras esclarecer un crimen que llevaba ocho años sin resolverse.