La presidenta del colectivo vecinal alerta de que la falta de atención de las administraciones está derivando en marginalidad
23 feb 2021 . Actualizado a las 12:28 h.«Ampliar las capacidades de los servicios sociales para ayudar a la gente y crear programas ambiciosos que ofrezcan oportunidades». Es una de las propuestas del colectivo vecinal Nuevo Ventanielles para luchar contra la marginación, pero no la única: llevar a cabo un gran plan de vivienda de calidad impulsado por las administraciones sería otra de las bases para lograr ese objetivo.
En este sentido, la presidenta de la asociación, Begoña Coronas, propone una política «ambiciosa, a gran escala, para toda la población. No se trata solo de viviendas de emergencia para la gente que tiene más problemas, necesitamos pisos decentes de alquiler asequible, para todo el mundo, para la gente trabajadora, para los jóvenes que no se pueden independizar, para la gente mayor y para las familias. Hay que ir a modelos de vivienda pública como el de Viena: alquileres de 150€ a 200€ al mes, con buenos servicios y en edificios bonitos y de calidad».
Coronas advierte que, de no prestar atención a los problemas del barrio, se producirán graves problemas de convivencia. En su opinión, «el problema de fondo es la nula capacidad de los servicios sociales y los escasos recursos con que están dotados, después de años de recortes y políticas de austeridad de los sucesivos gobiernos y administraciones».
En este sentido señala que hay familias que viven «en condiciones de infravivienda, así como algunos problemas recurrentes de delicuencia común vinculados a las toxicomanías» en Ventanielles. Y cree que «la administración a la que pagamos nuestros impuestos, entre otras cosas para que haya políticas de apoyo a la gente que pasa dificultades, es pasiva».
Coronas reclama una actitud más «proactiva» que se adelante a los problemas, porque de otra forma «se obliga a la policía a hacer de asistente social, aplicando mano dura sobre algunos vecinos que tienen problemas muy complejos de marginación». La expulsión de los «elementos marginales», añade, no es una solución.