Estamos viendo a una selección que no acusa el cambio de seleccionador, que lleva tan interiorizadas sus señas de identidad, el dominio del balón, la asociación mediante el juego, que los automatismos funcionan. Los jugadores quieren y han pasado página. La selección me gustó en el debut en Sochi, donde pude seguirla en el campo, pero el miércoles frente a un rival muy incómodo y difícil no estuvo tan brillante. Aún así, creo que va a ir a más en el campeonato. El primer paso ha de suponer la recuperación de la mejor versión de sus futbolistas. Solo Isco y Costa están ofreciendo un rendimiento alto. Espero más de Iniesta, de Busquets, de Silva... En cuanto estos suban un escalón y los otros mantengan lo que han aportado hasta ahora, todo el equipo va a ir a más.
Iniesta se encuentra fuera de toda duda, pero es cierto que España jugó mejor contra Portugal y cuando Thiago entró en su lugar. No sé si se trata de un problema físico o mental. Quizá responda al verano que ha tenido antes del Mundial, con su adiós al Barça y a la Liga española. En cualquier caso, no hay una solución única: tan válido sería darle confianza, porque se la ha ganado, como un pequeño descanso y que se ordene físicamente para alcanzar la fase importante del Mundial con las mejores sensaciones. Es cuestión de hablar con él y que se sincere, porque estoy convencido de que es consciente de no atraviesa por un buen momento. La decisión debe tomarse en consenso con él, pues depende de cada caso. Hay a algún jugador que si lo quitas, lo hundes. A otros les sirve para resetear. Tampoco es lo mismo una selección que un club debido a la premura de partidos, casi sin respiro. Desde luego, si se le quiere dar descanso como algo positivo, el momento es ahora, a las puertas de un partido como el del lunes en el que vale el empate y en el que será muy importante recuperar las buenas sensaciones.
El otro asunto a mejorar es el de la seguridad defensiva, y está relacionado con esos momentos en que España tiene menos el balón. Me preocupó en la primera parte contra Portugal, porque esta generó varios contragolpes de mucho peligro. España volvió a perder el control y a sufrir ocasiones de gol contra Irán. Hay que mejorar, pero como un problema colectivo, no solo de los cuatro de atrás, que han ofrecido un buen rendimiento.