Ha sido un partido muy igualado, aunque el peso del juego lo llevó siempre Croacia. Con respeto al encuentro de España, los croatas movieron más rápido el balón y fueron más directos. Rusia no ha jugado tan cerrado, aunque es un equipo físico, ordenada, que disputa cada balón. También es disciplinado y generoso en el esfuerzo. La selección rusa tiene muchos valores, pese a no tener una gran calidad. Croacia supo recuperarse tras ir perdiendo por un golazo de Chéryshev, en una jugada muy buena y con disparo brutal, y empató el encuentro antes del descanso. En la segunda parte dominó, tuvo alguna ocasión pero se fue a la prórroga. Parecía que el partido iba a los penaltis, aunque el gol de Croacia los encarrilaba a las semifinales. Si embargo, llegó el gol de Rusia a balón parado. Me gustaría reivindicar este tipo de acciones, que son muy difíciles de defender cuando están bien ejecutadas. Con el 2-2 se llegó a los penaltis, que tienen una parte de lotería, pero también de acierto y de aspectos emocional y psicológico. Tanto para el tirador como para el portero, el estado anímico es importante, así como la confianza y tranquilidad con la que se pueda lanzar. Croacia tiene grandes lanzadores y un portero que no estudia a los rivales, aunque tiene mucha intuición. Se ha clasificado Croacia, con merecimiento. Es una buena selección.