El calendario académico español es tan concentrado que no es equitativo

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

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Las horas de clase al año

Sus 800 horas en 175 días dejan sin posibilidades a los estudiantes rezagados

17 may 2016 . Actualizado a las 12:53 h.

Mucha materia en poco tiempo. Este podría ser un resumen de cómo se organiza el calendario académico español con respecto a la OCDE. En el informe de PISA in focus dedicado a este asunto, España no está peor que otros Estados ni en horas lectivas ni en días de clase, pero la combinación de ambas cosas sí deja entrever que el sistema perjudica a quienes no avanzan tan rápido, porque no permite repasar, hay un goteo de información nueva.

Miguel Zabalza, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la USC, explica esta relación: «Para los alumnos que no van tan bien, tener una hora más de clase cada día les resta tiempo para recuperar lo que se ha ido explicando. Si las jornadas son largas pero no llenas de contenido, con estudio tutorizado o bibliotecas estos estudiantes pueden mantener el ritmo de la clase» sin necesidad de «horas extra».

Frente a este modelo de reparto horario, Zabalza aboga por otra filosofía educativa: «El aprendizaje basado en proyectos es un sistema mucho más eficaz de fijación de conocimientos y de desarrollo de habilidades, pero es más lento». Con este formato, tal vez el niño se pase más días en el colegio pero las jornadas son más relajadas y adaptadas a cada perfil. Porque esa es otra de las cuestiones clave: «Los estudiantes son muy diferentes entre sí y deben poder abarcar el aprendizaje desde distintos puntos». Por eso, disponer de unas horas para «desarrollar el aspecto en el que destaque, sea la música o el dibujo, sería perfecto para el joven».

Frente al caso español, hay dos opciones extremas muy cerca: Francia y Finlandia. En el primero tiene pocos días y muchas horas, pero hay que recordar que el miércoles era tradicionalmente una jornada sin colegio, dedicada a las actividades extraescolares; y en Finlandia tienen pocas horas y muchos días de clase al cabo del año. «Se dice que España tiene un calendario corto por culpa del clima» pero, eso, dice Zabalza, no se sostiene: «Italia tiene más de 200 días frente a los 175 españoles».

No se trata además de las horas de colegio sino qué se aprende en ese tiempo. La lengua debería ser la parte central de los primeros años de enseñanza: saber leer y expresarse. «La principal diferencia que pueden conseguir unos padres en el aprendizaje de sus hijos es leerles cuentos cuando son pequeños», apunta el catedrático. La Lomce designa 4 horas semanales de Lengua en primaria (en sexto, solo tres, y en cambio afrontan una reválida sobre la asignatura) frente a las 5 horas semanales de Matemáticas.

Y si en primaria el problema de un contenido tan concentrado es atrasar a los alumnos en las materias que menos les interesan, al llegar a secundaria estos tiran la toalla y el resto apenas dispone de oportunidades para ser autónomo. Por eso «en la universidad -apunta Zabalza- nos encontramos que no han desarrollado su capacidad de trabajo autónomo, no saben que el aprendizaje ha de ser algo suyo».