España usa todavía veneno, prohibido hace veinte años, para matar animales silvestres

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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Un informe advierte que en las últimas dos décadas perecieron más de 180.000 ejemplares de fauna salvaje por este método

10 jun 2016 . Actualizado a las 08:22 h.

Cada día mueren 24 animales envenenados en España. Y lo hacen mayoritariamente por la ingesta de sustancias muy tóxicas, como el aldicarb, el carborufrano y la estrictinina, que llevan años prohibidas, algunas más de veinte, y retiradas del mercado de la Unión Europea. Es una de las conclusiones del informe El veneno en España, elaborado por las asociaciones conservacionistas WWF y SEO/BirlLife con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente

En el trabajo se analizaron los envenenamientos registrados durante 21 años (1992-2013). Durante este período se encontraron 18.503 animales muertos en cebos envenenados. Esta cifra, sin embargo, supone tan solo la punta del iceberg del problema, ya que, según las estimaciones, entre el 85 % y el 97 % de los ejemplares abatidos por este método no se encuentran. De esta forma, los especialistas calculan que el número real de animales intoxicados durante el período analizado es diez veces mayor, en torno a 185.000, lo que supone una media de 9.000 muertes al año, 24 al día. 

Lobos en Galicia

Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla-León son, con diferencia, las comunidades en las que esta práctica ilegal es más recurrente, ya que concentran el 63 % de todos los animales fallecidos, fundamentalmente aves rapaces (34 %) y mamíferos domésticos (22,6 %), sobre todo perros y gatos. Galicia tampoco se libra de este tipo de episodios, aunque el número de animales encontrados muertos en los 21 años que abarca el estudio es muy limitado, ya que se reduce a 516. Llama la atención, sin embargo, el hecho de que es la comunidad en la que más se utiliza la estricnina, cuyo uso fue ilegalizado en 1994.

Galicia también es el territorio, después de Asturias y Castilla-León, donde se encontraron más lobos envenenados, un total de 15. En Lugo también se constató la muerte de un oso.

Tanto WWF como SEO/BirdLife denuncian que sustancias prohibidas desde hace años, como la propia estricnina, el aldicarb o el carbofurano siguen siendo las más utilizadas para envenenar la fauna silvestre. «El uso frecuente de estos productos ilegales -recoge el informe? prueba la existencia de un stock disponible para el envenenador, no gestionado y no eliminado y, en alguna medida, un tráfico ilegal destinado a la elaboración de cebos en el ámbito de la ganadería y la caza». Ante esta situación, las dos organizaciones conservacionistas exigen la puesta en marcha de un sistema integrado de gestión para los pesticidas obsoletos, la aprobación de un marco legal contra la tenencia de sustancias tóxicas ilegales y el endurecimiento de las sanciones por el uso de veneno. También denuncia que algunos cazadores y agricultores emplean este método para «eliminar animales que consideran dañinos para el ganado o las especies de caza». Son prácticas, en todo caso, cada vez más controladas.

 En Galicia

516 animales envenenados. Son los que se hallaron muertos, pero la cifra real se estima que es diez veces mayor.