La lucha de la ONU contra el cambio climático recibe el galardón de Cooperación

la voz OVIEDO

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Se trata de un acuerdo promovido por la ONU a finales de 2015 para estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero

23 jun 2016 . Actualizado a las 01:36 h.

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCC) y el Acuerdo de París ha obtenido hoy el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2016 al que optaban veintisiete candidaturas de catorce nacionalidades. Se trata de un acuerdo promovido por la ONU para estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero de forma que se impida la interferencia perjudicial del ser humano en el sistema climático y que logró a finales de 2015 la firma del histórico Acuerdo de París, de carácter vinculante y al que sumaron Estados Unidos y China. El jurado lo ha reconocido como «un hito histórico» y ha destacado la importancia de este Acuerdo «como proyecto de futuro para ayudar a todos los países a avanzar juntos hacia un modelo más limpio y sostenible».

El jurado del Premio ha estado presidido por Marcelino Oreja Aguirre, e integrado por Enrique Barón Crespo, Eugenia Bieto Caubet, Rosa María Calaf Solé, Pedro Duque Duque, Gloria Fernández-Lomana García, Enrique Fernández-Miranda y Lozana, duque de Fernandez-Miranda, Benita Ferrero-Waldner, Emilio Lamo de Espinosa Michels de Champourcin, Jerónimo López Martínez, Ricardo Martí Fluxá, Rafael Matesanz Acedos, Jaime Montalvo Correa, Juan Carlos del Olmo Castillejos, Alfonso de la Rosa Morena, Luis Sánchez-Merlo Ruiz y Alicia Castro Masaveu. En esta edición concurrían un total de 27 candidaturas, procedentes de Alemania, Corea del Sur, Cuba, Estados Unidos, Francia, Irlanda, India, Malta, Marruecos, Portugal, Sudáfrica, Sudán, Suiza y España.

La Cumbre de París de finales de 2015 (conocida como COP 21), que estuvo presidida por el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, logró alcanzar un acuerdo histórico -incluidos China y EE.UU- por su carácter vinculante y universal. Los pilares fundamentales de este acuerdo establecen la necesidad de «mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales», así como que tenga efecto jurídicamente vinculante para los países firmantes. También establece que los países desarrollados aumenten el apoyo financiero comprometiéndose a movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 y que el acuerdo sea revisado cada cinco años.

De Río a París

El camino recorrido por las Naciones Unidas hasta la Cumbre de París de 2015 sienta sus orígenes en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992) en la que se adoptó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la primera respuesta internacional contra el desafío climático, que se produjo bajo el consenso de una gran mayoría de países.

Estableció entonces un marco de acción con el objetivo de estabilizar la concentración atmosférica de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y evitar, así, interferencias perjudiciales con el sistema climático. Desde entonces, las partes del tratado se reúnen de forma anual en una conferencia (conocida como COP o Conferencia de las Partes) para controlar y modelar la implementación de dicha respuesta. La primera de esas reuniones tuvo lugar en Berlín, en 1995. En la COP 3 de Kyoto (1997) se adoptó por 180 países el Protocolo de Kyoto (PK), un proyecto de 15 años de duración considerado como primer paso importante hacia un régimen mundial de reducción y estabilización de las emisiones.

La COP 11 de Montreal (2005) marcó la entrada en vigor del PK -apoyado por 141 Estados firmantes- y sirvió de marco para la primera reunión de las partes del PK. La COP 15 de Copenhague (2009) quedó marcada por la expectativa frustrada de que los Estados miembros lograsen un acuerdo para suceder al PK de 1997. Tras este fracaso, la costarricense Christiana Figueres encabezó un punto de inflexión para iniciar el camino hacia el éxito de la Cumbre de París de 2015.

La COP 17 de Durban en 2011 sirvió para marcar la pauta con la aprobación para crear un Fondo Verde para el Clima, que se convirtió en el principal instrumento financiero de la ONU para la lucha contra el cambio climático, promoviendo el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. Desde entonces se trabajó para alcanzar un acuerdo global de peso, que llegó el pasado mes de diciembre de 2015 en la COP 21 de París. A mediados de julio de 2016 la diplomática mexicana Patricia Espinosa sustituirá en el cargo a Christiana Figueres.

De los 195 países que aprobaron el acuerdo en la COP de París, 171 firmaron dicho documento el pasado 22 de abril, lo que supone el inicio del proceso de ratificación y entrada en vigor del mismo. Los esfuerzos de Figueres y Fabius por alcanzar este pacto les ha valido el reconocimiento del Premio Ewald von Kleist para la paz internacional y resolución de conflictos en 2016.

Este ha sido el séptimo de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo sexta edición. Anteriormente fueron otorgados el Premio Princesa de Asturias de las Artes a la actriz y directora de escena Núria Espert, el de Comunicación y Humanidades, al fotoperiodista estadounidense James Nachtwey, el de Ciencias Sociales, a la historiadora británica Mary Beard, el de Investigación Científica y Técnica al ingeniero mecánico y biofísico estadounidense Hugh Herr, el de los Deportes, al triatleta español Javier Gómez Noya y el de las Letras, al escritor estadounidense Richard Ford. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia se fallará el 6 de septiembre.

Cada uno de los Premios Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo en un solemne acto presidido por SS.MM. los Reyes.

Este ha sido el séptimo premio en concederse de los ocho galardones que convoca anualmente la Fundación Princesa de Asturias, que este año alcanzan su XXXVI edición, que se cerrará el próximo mes septiembre con la concesión del de la Concordia.