«Pasamos mucho miedo. Las balas atravesaron el salón y la cocina»

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En libertad el guardia civil que realizó 15 disparos en una casa de San Sadurniño

16 ago 2016 . Actualizado a las 11:24 h.

A petición de la Fiscalía, la jueza de Instrucción número 3 de Ferrol decretó ayer libertad provisional con cargos para el agente de la Guardia Civil detenido el pasado domingo por realizar 15 disparos contra una casa habitada en San Sadurniño. Se le atribuyen delitos de amenazas graves, daños y conducción bajo los efectos del alcohol. En el auto de libertad se ha fijado la medida cautelar de prohibición de aproximarse a menos de 400 metros de la vivienda en cuestión.

El suceso se produjo a las seis de la madrugada en la puerta y una ventana del bajo de la casa mientras los dueños, su hija y un nieto bebé estaban durmiendo en la planta alta. El propietario del inmueble es un comandante de sanidad militar de las Fuerzas Armadas que ayer, en las puertas del juzgado, ponía de manifiesto que «nadie se puede imaginar cómo estamos». «Pasamos mucho miedo. Las balas atravesaron el salón y la cocina y quedaron incrustadas en las paredes», declaró a este periódico, añadiendo que no quería ni pensar lo que habría pasado si su familia no estuviera en cama. Según explicó, despertaron con el primer impacto y creyeron que el perro habría tirado un jarrón, pero acto seguido se produjeron dos o tres disparos continuados y ya toda la serie. De los 14 impactos que se contabilizaron entre la puerta y la ventana, -una cayó al suelo- ocho atravesaron la planta baja, que es un espacio abierto en el que están la cocina, el salón y el comedor.

«Pensamos que intentaban entrar a robar, por lo que bajé la escalera y, cuando cesaron los disparos, abrí la ventana y vi a una persona con un arma -continúa relatando la víctima- le dije: ‘¿qué haces?’ y me preguntó: ‘¿dónde está tu hijo?’, a lo que respondí: ‘no vive aquí’, pero él insistió y me apuntó con la pistola».

El dueño de la vivienda intentó disuadirlo y le preguntó si conocía a su hijo y la respuesta fue que no, que había tenido un problema con unas personas y que no sabía por qué fue a esa casa. «Estaba ebrio y se marchó sin rumbo en un coche oficial camuflado», concluyó la víctima, asegurando que su hijo y su nuera no viven con ellos y estaban durmiendo en su domicilio, ajenos a todo lo que estaba ocurriendo. Cuando el agente fue detenido por compañeros del Cuerpo, a las nueve de la mañana, este expresó su deseo de pedir disculpas a la familia, que accedió a desplazarse al cuartel. «Nos pidió perdón llorando como una Magdalena y asegurando que no sabía qué le había pasado», señaló la víctima.

El agente dijo que lo habían agredido en una fiesta y que no sabe por qué fue a esa vivienda

Compañeros del guardia civil no se explican lo ocurrido, ya que sostienen que se trata de una persona que nunca había tenido problemas, que cuando salían a tomar algo bebía Aquarius. El ahora investigado tiene 35 años, está casado y vive en Xuvia, Narón.

Según la información recogida al respecto, la noche de autos había sido agredido en la fiesta de Castro y se desconoce por qué razón fue a parar a esa casa de San Sadurniño.

En la conversación que mantuvo con el dueño de la vivienda le hizo saber que era guardia civil y le facilitó su nombre completo. «Cuando le dije que yo también era de las Fuerzas Armadas se vino abajo», manifestó el vecino de San Sadurniño afectado, añadiendo que nadie de su familia conoce al agente ni tiene o tuvo relación alguna con él, de ahí el desconcierto por algo que primero asociaron con un robo pero que, al ser militar, también pasaron por su cabeza otras posibilidades.