El Reino Unido también debate su propia «reválida» escolar

rita álvarez tudela LONDRES / E. ESPECIAL

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La primera ministra, Theresa May, apuesta por la educación por méritos y reinstaura una dura prueba educativa

02 oct 2016 . Actualizado a las 12:08 h.

En España las reválidas educativas están cuestionadas y en el aire. En el Reino Unido también hay debate. Durante años, este país tuvo colegios llamados grammar schools en los que primaban los méritos por encima de cualquier otra cosa. A ellos entraban solamente los niños de once años que superaban una dura prueba al terminar la enseñanza básica. Desde 1998, Londres decidió pasar página y congelar este tipo de educación, pero ahora la primera ministra, Theresa May, apuesta por volver a ellos, dividiendo a la sociedad y a su propio partido.

La conservadora quiere «una sociedad meritocrática», en la que todos los niños tengan «acceso a una buena plaza escolar». Convencida en conseguir que sea una de las medidas estrellas de su legislatura, May solo ve en el plan la opción de subir el nivel educativo del país y acusa a los miembros del partido laborista, en la oposición y críticos con su plan, de negar oportunidades a personas que ellos mismos sí disfrutaron.

May defiende su plan de crear más centros de este tipo y permitir que las escuelas financiadas por el estado puedan seleccionar a los alumnos en base a su capacidad académica. Para la premier, en la actualidad hay 1,25 millones de alumnos que se encuentran en escuelas que bien han ido fallando, o son inadecuadas o tienen necesidad de mejorar.

«Usted fue a una escuela de este tipo, yo fui a una escuela así también. Es lo que nos llevó a donde estamos hoy. Desde mi puesto puede sea un poco más feliz que desde el suyo», le espetó May al líder laborista, Jeremy Corbyn. Pero quizás la alumna de referencia de las grammar school ha sido siempre la Dama de Hierro, Margaret Thatcher.

El apogeo de este tipo de sistema educativo llegó en la década de los cincuenta, pero Tony Blair prohibió la apertura de nuevos centros. Inglaterra tiene unos 3.000 colegios y 163 de ellos son de este tipo. En Irlanda del Norte quedan 69. En Gales y Escocia ni siquiera existen.

Los críticos aseguran que son escuelas elitistas, que provocan división social y alegan la evidencia de que dañan las perspectivas de los alumnos que no obtienen una buena nota en la prueba. Además, muchos padres lamentan que solo los progenitores que tienen más recursos económicos se pueden pagar las clases de formación especializada para preparar a los niños desde que son pequeños de cara a este examen. En concreto, para preguntas complicadas correspondientes a materias como matemáticas, razonamiento verbal, comprensión, puntuación y escritura creativa.

Andreas Schleicher, responsable de Educación en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), advirtió de que este tipo de centros benefician a familias ricas sin elevar los estándares generales y lamenta «la importancia exagerada» que se le está dando a estos colegios. Países como Alemania y Suiza ya utilizan sistemas de selección de alumnos, pero no por ello son más propensos a producir estudiantes mejores, apuntó Schleicher.