Diez famosos vivirán la tensión que supone cocinar a contrarreloj y someterse al dictamen del jurado. El programa no tiene aún fecha de estreno
20 oct 2016 . Actualizado a las 12:11 h.Ponerse ante un toro o conducir una moto a 300 kilómetros por hora no les ha provocado tanta tensión como cocinar a contrarreloj y someterse al dictamen del jurado. Es lo que ha conseguido MasterChef Celebrity al poner a diez famosos ante los fogones.
Cayetana Guillén Cuervo, Fonsi Nieto, Loles León, Fernando Tejero, Estefanía Luyk, Manuel Díaz «El Cordobés», Virginia Troconis, Miguel Ángel Muñoz, María del Monte y Niña Pastori, han reconocido este miércoles en la presentación del nuevo programa que emitirá La 1 en una fecha aún no anunciada, que han pasado algunos de los momentos más duros de su vida profesional en el concurso culinario.
Durante seis semanas se han tenido que enfrentar a trocear un conejo o cocinar un bogavante vivo, a elaborar los complicados solomillo Wellington y croquembouche, a luchar contra el reloj y a intentar convencer con sus platos a un jurado compuesto por los cocineros Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, a los que han apodado «los tres jinetes del apocalipsis».
En la difícil tarea se han quedado mucho sudor, algo de sangre y algunas yemas de dedos y ha habido risas, pero también muchas lágrimas y algún ataque de nervios, y algún que otro diez por parte de los jueces.
«Todos están acostumbrados a los focos, pero el programa está lleno de verdad porque el estrés, el nivel de exigencia y la competitividad por ganar cada prueba hacen que se olviden de que están ante la cámara. El espectador los verá diferente a lo que conocen», ha asegurado Macarena Rey, productora ejecutiva y directora general de Shine Iberia.
Loles León ha calificado la experiencia de «matadero»: «Yo iba sobrada y he aprendido muchísima humildad. Y valoro mucho más el trabajo de los cocineros, que antes no me lo tomaba en serio. Los actores somos muy disciplinados pero ellos nos superan, son casi militares».
«El Cordobés», que ha compartido plató con su mujer, Virginia Troconis, tiene claro tras el programa que cuando deje de torear abrirá un restaurante «que se llamará El salto de la rana», aunque reconoce que la experiencia le ha ayudado a «apreciar más el oficio de cocinero y mirar con otros ojos un restaurante».
Para el actor Miguel Ángel Muñoz ha sido «de las mejores experiencias» de su vida, que le ha permitido descubrir «una afición nueva: la de cocinar», mientras que Cayetana Guillén Cuervo ha destacado que ha aprendido «mucho» de sí misma y ha destacado que ninguno «actúa ni imposta; es imposible».
Fonsi Nieto ha pasado «más nervios en MasterChef Celebrity que en una carrera a 300 kilómetros por hora», y a Fernando Tejero la tensión de la primera prueba le provocó una contractura que le duró hasta la última. «Pero ha sido una experiencia maravillosa y he hecho cursos de cocina y me he ido a restaurantes con estrellas Michelin para aprender. Me he gastado más de lo que he ganado en el programa», ha bromeado.
El actor cordobés ha reconocido que ha llorado y ha tenido ganas de «apuñalar» a algún compañero, nivel al que no llegó la modelo Estefanía Luyk, quien sí sufrió «algún momento de histerismo». La cantante María del Monte acusó la «presión tremenda» de las pruebas y del jurado, que ha reconvertido en «respeto por los profesionales de la cocina y las amas y amos de casa que cocinan día a día».
El jurado tuvo que aprender a no amilanarse ante los famosos, y tratarlos como lo que eran para el concurso: aspirantes como los de MasterChef y MasterChef Junior.
El resultado: una versión diferente, que triunfa en el extranjero y llega por primera vez a España con el deseo de continuar, «pero con los mismos ingredientes: tensión, comedia, un poco de drama y pasar un buen rato en familia», ha dicho Macarena Rey.
Aunque todos han hecho gala de su gran competitividad, lo hacían por pundonor y por una oenegé, la que cada uno ha escogido para donarle el premio semanal de 4.000 euros y el final de 75.000.