«Ahora comparto armario con mi hija»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

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RAMON LEIRO

Loli Miniño fue obesa mórbida durante 25 años. Llegó a pesar 112 kilos y hoy disfruta de una nueva vida

21 nov 2016 . Actualizado a las 12:48 h.

«¡Qué gorda estás, te tienes que cuidar!». Este fue el saludo que Loli Miniño Rosales tuvo que escuchar más de una vez cuando iba a comprar al supermercado. Hoy es solo un mal recuerdo del pasado para esta mujer que durante 25 años fue obesa mórbida. «Esas frases hacen daño porque la enfermedad ya es muy dura y más en mi caso, que no estaba así por comer», remacha. Loli tiene una nueva vida desde hace tres años. El 12 de septiembre del 2013 se sometió en un hospital de Valladolid a una operación de estómago. En concreto, un bypass gástrico de una anastomosis.

El artífice de esta nueva vida es, como ella dice, su «ángel», el doctor Miguel Ángel Carbajo Caballero. Este cirujano que dirige el Centro de Excelencia de la Obesidad y la Diabetes de Valladolid fue el que la sacó del «infierno» en el que vivía por culpa del sobrepeso. Loli, que hoy con casi 55 años pesa 52 kilos, llegó a alcanzar los 112 en un cuerpo de 1,65 metros de altura.

Quiere contar su historia para ayudar a gente que lo esté pasando mal. Ella fue delgada hasta los 27 años. Tras dar a luz a Elena, su primera hija, empezó a engordar y ahí comenzó su peregrinaje interminable por médicos y clínicas. «A los seis meses de dar a luz tenía que usar vestidos pre-mamá. Nunca fui de comer mucho y cocinaba sano, pero ningún médico me creía», explica.

Al tiempo que iba cogiendo kilos se iba hundiendo en el pozo de la depresión. La obesidad hizo que aparecieron otras complicaciones asociadas: diabetes tipo 2, hipertensión, hígado graso, fibromialgia, problemas de circulación, de movilidad... La gota que colmó el vaso de la falta de respuesta a su obesidad mórbida fue la explicación de un facultativo de la Clínica Universitaria de Navarra: «Me dijo, ‘‘usted es sonámbula y no lo sabe. Se levanta de noche para comer. Nadie engorda sin comer’’».

Loli seguía sumando kilos y su estado de ánimo era cada vez peor. A la enfermedad se añadió el fallecimiento de varios familiares cercanos en unos años. «En el 2012 estaba tan desesperada que ya no veía solución. Unos meses después me hinchó todo el cuerpo, como si tuviera una retención de líquidos pero a lo bestia, y ya pensé en operarme, aunque mi familia no quería porque sabía que no era por comer», señala.

Un domingo por la noche conoció al doctor Carbajo a través de un foro de obesos en Internet. Como no se fiaba le escribió un correo electrónico. «Me contestó a las dos y media de la madrugada y por fin llegó el diagnóstico. Lo mío era una obesidad víscero-troncal producida por una diabetes gestacional no tratada», desvela. Loli entabló contacto con otros pacientes ya operados y en mayo del 2013 empezó una dieta previa a la operación.

Recuerda que aquellos batidos de proteínas le dieron una energía que empezó a cambiar su día a día. «El psiquiatra y mi familia me decían que era psicológico». Y llegó el 12 de septiembre.La operación de estómago, que se costeó en la sanidad privada, salió bien y la recuperación fue mejor de lo esperado. «A los dos meses el cambio ya era abismal», remacha. Fue supliendo el peso que perdía con nuevas ilusiones. «Aunque fui obesa de los 27 a los 52, nunca dejé de luchar ni me encerré en cama. Con la operación me desaparecieron esas otras enfermedades vinculadas a la obesidad y hoy mis análisis están bien», apunta.

Loli quiere devolver a su marido y a sus dos hijos todos esos años en los que no fue ella. «Sé que ellos sufrían conmigo cuando me veían tirada en un sofá, cansada y sin ganas de hacer nada... Tuve un marido joven que siempre estuvo a mi lado y en eso tuve mucha suerte». Loli, que vive en Combarro (Poio) y tiene un negocio de turismo rural en Areas (Sanxenxo), confiesa que ahora comparte armario con su hija Elena. «A mí me hace ilusión, y creo que a ella más», dice con una sonrisa que contagia.

Comenta que no es mujer de muchas aficiones, aunque le gusta todo lo relacionado con la decoración. También pensar «en proyectos nuevos». Todos los que ahora tiene por delante.