El hombre más fuerte de España: «Con 12 años ya pesaba 100 kilos»

Ignacio Meitín Buján
I. MEITÍN BUJÁN VIVEIRO / LA VOZ

ACTUALIDAD

Oscar Vázquez

Roberto Rodríguez compite hoy en Ourol en el campeonato de lucha de brazos que organiza el club local

02 abr 2019 . Actualizado a las 18:49 h.

Roberto Rodríguez (Vigo, 1990) mide 1,85, pesa 140 kilos y se le considera el hombre más fuerte de España. Fue campeón de la liga nacional de fuerza en el 2014 y en el último campeonato mundial acabó entre los 30 mejores. Su especialidad es levantar piedras, correr con maletines de acero, levantar coches o arrastrar camiones, y hoy viene a Ourol picado por la curiosidad para lucir músculo y examinar su destreza ante algunos de los ases españoles del pulso. «No recuerdo haber perdido alguno», dice.

-Sospecho que usted no fue de esos que pegó el estirón tarde.

-No (risas). Nací con 5 kilos y a los 12 años ya pesaba 100 y era el portero de la selección gallega infantil de fútbol sala.

-Normal que colgase los guantes y se inclinara por sacar partido a su envergadura.

-Cuando tenía 14 o 15 años empecé a hacer pesas, aunque de una manera muy poco seria porque iba contra la voluntad de mi padre. A los 16 ya me dio su consentimiento y ahí empezó mi interés por los deportes de fuerza.

-¿De joven también llamaba la atención en el gimnasio?

-Ya tenía bastante fuerza. Con 16 años levantaba el mismo peso que otros compañeros con el doble de edad. Jugaba con las mancuernas de 40 kilos...

-¿Es cierto que puede levantar más de 300 kilos de peso muerto?

-Mi récord está en 360.

-Levanta coches y moles de piedra, arrastra camiones... ¿cuál es su campo de entrenamiento?

-Ahora entreno en un local que me cedió el Círculo Mercantil de Vigo, antes lo hacía en un párking. Allí tengo los útiles necesarios entre los que destaca un neumático de 550 kilos. Suelo entrenar unas tres horas diarias.

-Esa fuerza sobrenatural le habrá sacado de más de un apuro. Y no hablo de conflictos.

-De alguno que otro sí, pero sobre todo me ha dado la oportunidad de vivir situaciones bastante divertidas. Hace algún tiempo, estando en una reunión de amigos llegó otro compañero presumiendo de moto nueva... La aparcó cerca y en un descuido la pillé por debajo del brazo y se la escondí un par de calles más abajo. No veas el susto que pasó... (risas). Aunque soy un tipo muy pacífico, en algún conflicto también me he visto envuelto, pero nunca he tenido que dar un guantazo. La gente se asusta al verme.

-En Ourol será el rival a batir.

-No, no. Es la primera vez que voy a competir en un campeonato oficial de pulsos y ahí estarán algunos de los mejores de España en esa disciplina.

-Pero seguro que habrá echado infinidad de pulsos.

-Muchos. Y no recuerdo haber perdido alguno.