Estalla la burbuja de la reventa «on-line»

Laura García del Valle
LAURA G. DEL VALLE REDACCIÓN / LA VOZ

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Santi M. Amil

Tras el fraude de las entradas del concierto de Sabina, varios colectivos reclaman que se vete a las webs que venden tiques -a veces inexistentes- por el doble de su precio real

17 feb 2017 . Actualizado a las 08:19 h.

Martes 7 de febrero. Los sabineros del noroeste de España tenían una cita con su tarjeta de crédito y el ordenador para asegurarse una entrada en el único concierto que el de cantante de Úbeda dará en Galicia, en su gira Lo niego todo, el 22 de julio en A Coruña. Sin embargo, problemas técnicos que aún ayer impedían la compra de entradas oficiales no hicieron titubear a los responsables de la web Viagogo, que desde ese día ofrece tiques por el módico precio de 103 euros previa cola virtual de varios minutos advirtiendo de los escasos asientos que quedaban disponibles para la cita. Paradójica situación, cuando ni se conoce el precio oficial de la entrada.

Pese a lo sorprendente, no son inusuales estas estrategias y las querellas se suceden. No hay más que echar la vista atrás unos meses y recordar lo sucedido con el concierto de Springsteen en Madrid o el de Bruno Mars en Barcelona. Doctor Music, la promotora del boss, puso hace un año en jaque a las empresas de reventa anunciando que llegaría hasta la Audiencia Nacional para defender a los consumidores, después de la aparición masiva de tiques en plataformas que se autodenominan «de intercambio [reventa] de entradas entre particulares» con precios más que abusivos. Las asociaciones de consumidores ni siquiera confían en que este intercambio se produzca entre particulares. De hecho, Consumidores en Acción-Facua ya denunció a la distribuidora Ticketmaster por venta irregular de entradas. «Cuando vas a comprarlas por esta vía empieza a haber problemas, se cuelga la página y lo que hacen es que te dirigen a una filial en la que los precios son elevadísimos. Se supone que se trata de una web de intercambio entre particulares, pero tenemos la sospecha de que pertenece a Ticketmaster», detallan fuentes de Facua.

El problema ya no se limita a las cantidades ingentes de dinero que muchos desembolsan para ver a sus ídolos pensando que se han quedado sin alternativas, sino que en Viagogo, por ejemplo, ocurre también que, a la hora de poner a la venta una entrada particular, la web explicita que para poder venderla ni siquiera es necesario disponer de ella previamente. Y, efectivamente, como anuncia al inicio de la operación, no hay que demostrar en ningún momento que uno posea los pases para poder ofertarlos al precio que se desee, por ejemplo, dos para ver a Joaquín Sabina por un precio -aconsejado por la propia web- de 294 euros.

A este tipo de perversiones ya se ha puesto coto en Francia, Italia o Reino Unido con leyes estatales que impiden la reventa on-line con carácter general. En España, Ciudadanos se pronunció ayer al respecto registrando una proposición no de ley por la que insta al Gobierno a limitar este tipo de venta, al considerar que la normativa actual está «anticuada» y no contempla qué sucede con la reventa de entradas que se realiza a través de medios telemáticos. Se sumó a esta propuesta la Asociación de Promotores Musicales, que afirma que es incomprensible que se permita que existan canales de venta de tiques «que no tienen ningún modo de garantizar que las entradas que revenden sean auténticas, válidas y que no hayan sido duplicadas».

La temporada más fuerte de eventos musicales está a punto de arrancar en Galicia, y mientras los fans de Sabina se quedan sin uñas a la espera de unas entradas que todavía no se sabe cuándo estarán disponibles on-line, los seguidores de Raphael, Rosana, Carlos Vives o Sweet California ya pueden adquirir sus pases. Eso sí, con ojo. Las páginas de reventa están mejor posicionadas en Google que las oficiales y esto confunde al consumidor, que por estos conciertos, ahora mismo, tendría que pagar como mínimo el doble del precio real de cada entrada. 

Asegurarse de comprar en un sitio fiable y guardar todos los documentos

«Cando compramos 'on-line' temos que tomar unha serie de medidas para non acabar tendo unha entrada falsa: fagamos a nosa compra a través de canles oficiais; asegurémonos de que as páxinas web son sitios seguros, é dicir, a URL debe comezar por https:// ou ter o cadeado, se facemos dobre clic no cadeado aparecen os datos identificativos da empresa, así saberemos se estamos ante unha web segura e non ante unha falsa», explican desde la Unión de Consumidores de Galicia. Del mismo modo, explican que es importante guardar todos los documentos: «A entrada, o pago, as condicións xerais, etcétera. É imprescindible para exercer o noso dereito a reclamar». En el caso de comprobar que la entrada es falsa «hai que denuncialo perante a policía», recomiendan.