Una completa guía para poder auxiliar a bebés y niños sin perder la calma

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Uxía Rodríguez

¿Qué hacer si un menor se atraganta?; ¿cómo actuar si sufre la temida convulsión febril? Los adultos deben estar preparados para cualquier situación. Por ello es importante tener unos conocimientos básicos de primeros auxilios y saber lo que hay y lo que no hay que hacer

02 ene 2019 . Actualizado a las 22:23 h.

Los niños son impredecibles pero también están indefensos y, por eso, los adultos tenemos que estar preparados. Pueden atragantarse con un alimento o un juguete, darse un golpe que les haga perder el conocimiento, beberse lo que menos te esperas del armario de la limpieza... y así un interminable etcétera de contratiempos. No te pierdas esta guía para actuar en todos esos casos sin perder la calma.

Reanimación cardiopulmonar

El objetivo de esta maniobra es sustituir las funciones respiratoria y circulatoria del menor hasta que llegue la ayuda. Una maniobra imprescindible que es primordial conocer aunque siempre debemos tener en cuenta que la clave es hacer algo, conozcamos o no la técnica en profundidad. La reanimación cardiopulmonar básica tiene diferentes características en los adultos que en los menores, incluso dentro de estos últimos, tenemos que diferenciar entre lactantes y niños mayores de un año.

Atragantamiento

Lo primero en este caso es prevenir. Hay que tener mucho cuidado en lo que se deja al alcance de un niño y también en lo que le damos de comer. Nunca hay que infravalorar el riesgo de que el menor se atragante con alguna cosa. En caso de que esto ocurra es clave conocer las maniobras de primeros auxilios destinadas a desobtruir las vías respiratorias. Lo primero que hay que hacer es animar al niño a toser, después viene la técnica que, en este caso como en el anterior, es distinta en el adulto, en el lactante y en el niño a partir de un año.

Intoxicación

Los niños se llevan a la boca lo que menos nos esperamos. Hablamos del atragantamiento pero también hay que saber actuar en caso de intoxicación. Afortunadamente, la sobreprotección moderna tiene su lado positivo y el número de menores atendidos por casos de intoxicación ha bajado en los últimos años. Lo primero, como siempre, es llamar al 061 que nos puede dar las instrucciones a seguir dependiendo del caso pero hay unos pasos básicos que tenemos que tener muy en cuenta.

Convulsiones

En los niños, las convulsiones febriles son las más comunes. Suelen durar tan solo unos minutos pero se hacen eternos para el adulto que está a su lado. Es tan importante saber lo que hay que hacer como tener claro lo que no tenemos que hacer.

Hemorragias

La sangre siempre asusta y todavía más si sale de un niño. Las hemorragias, sobre todo las nasales, son uno de los problemas a los que nos podemos enfrentar más a menudo. Muchas veces hacemos lo contrario de lo que debemos como inclinar la cabeza del menor hacia delante que es uno de los errores más típicos.