La guerra contra el intrusismo en el transporte se inflama

Carmo López REDACCIÓN / LA VOZ

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JORGE ZAPATA | EFE

Nuevos ataques contra conductores de Cabify en Málaga y la huelga de taxistas en esa ciudad recrudecen un conflicto latente desde hace meses en todo el país

16 ago 2017 . Actualizado a las 07:35 h.

La guerra abierta entre el gremio del taxi y las plataformas alternativas de transporte de viajeros como Uber o Cabify continúa. Tras los altercados de Sevilla, durante la Feria de Abril, o las protestas protagonizadas por los primeros la pasada primavera a lo largo y ancho de la Península, la batalla se libra estos días en Málaga.

La mecha que ha prendido el fuego es la misma que encendió la llama en Sevilla, el desplazamiento de 35 coches de la operadora de vehículos con conductor (VTC), Cabify, desde otras ciudades hasta la capital malagueña para aprovechar la alta demanda derivada de la Feria de la capital. Frente al desembarco, los taxistas se declararon en huelga el domingo por la noche y, según denunció la operadora, los más radicales agredieron a tres conductores, además de causar destrozos en varios vehículos.

No solo eso. El martes, como recoge Europa Press, la Unión Nacional de Autoturismos VTC (Unauto) denunció una agresión a su presidente, Eduardo Martín, en el aeropuerto de Málaga. Al parecer, dice, fue un grupo de taxistas los que propinaron patadas y puñetazos sobre Martín cuando iba a grabar unas declaraciones para televisión sobre la huelga indefinida que mantienen el taxi de la ciudad y los disturbios en el sector. Unauto ha pedido un encuentro de urgencia en el Ministerio de Interior.

Aunque en Galicia, de momento, no hay una competencia tan feroz, desde el sector dicen que hay que estar ojo avizor. «Tras el último paro -en mayo unos 200 taxis rodearon San Caetano para pedir la mediación de la Xunta ante Fomento para que articule una regulación contra lo que entienden como competencia desleal-, Mobilidade se comprometió a regular esos vehículos VTC. Ahora no tenemos el problema de Andalucía, pero diferente sería en el caso de que llegaran vehículos de otras partes para trabajar aquí», explica el responsable de la Federación Galega del Taxi, Leopoldo Villa. La normativa autoriza uno de estos transportes por cada treinta taxis. Estos podrán operar un 20 % de las horas de trabajo fuera de la ciudad para la que les fue concedida la licencia.

A esa norma es a la que se aferra ahora Cabify para defender su derecho a estar en Málaga. El director general de la empresa en España, Mariano Silveyra, recordó ayer que la compañía «no se irá de Málaga nunca». Justo el día antes, la operadora había denunciado que habían agredido a tres conductores. Cabify aseguró que estos sufrieron tres agresiones físicas, además de «incontables e innumerables» agresiones verbales e intimidatorias. Por no hablar de amenazas.

Mientras los taxistas malagueños decidieron continuar con la huelga hasta la reunión que hoy tendrán con el responsable de Fomento de la comunidad.

Cabify

 Nacida en España en el 2011

La aplicación surgió como una plataforma de transporte de lujo en la que no es necesario pagar la carrera al conductor porque ya se hace a través de Internet. Aprovecha las licencias VTC de la Ley Omnibus.

Uber

Creada en EE.UU. en el 2010 No tiene mayores secretos. Lanzada en el 2010, ha hallado grandes obstáculos para expandirse por Europa. En España puede usarse en Madrid, pero no en Barcelona, tras la denuncia de una asociación de taxistas.

Blablacar

Surgida en Francia en el 2006

Nació como una plataforma dirigida a fomentar la economía colaborativa. Su público es la gente que quiere compartir los gastos de viaje. La fórmula de uso no es como la de Uber o Cabify porque no es un operador VTC.

Waze

Ideada en el 2016 por Google

No está tan extendida, ni de lejos, como Uber, pero es la app de Google para competir con ella. La idea experimental era que los trabajadores del entorno de San Francisco pudieran compartir coche y ahorrar energía.