En Nueva Zelanda, los robos de esta fruta se han incrementado dando lugar a un mercado negro en las redes sociales
29 ago 2017 . Actualizado a las 07:54 h.La moda foodie del consumo de aguacate comienza a traer problemas. Las complicaciones del cultivo de la fruta del momento trajo consigo un importante desequilibrio entre la oferta y la demanda que dio lugar a que los precios se disparasen hasta llegar a cifras desorbitadas. En Nueva Zelanda su valor es tal que se ha convertido en uno de los productos más deseados por los ladrones. Se calcula que desde el 2015, 96.000 hogares neozelandeses aumentaron su consumo de aguacate.
Todas estas circunstancias juntas han creado un clima propicio para la aparición de un mercado negro en torno al producto, desarrollado a través de las redes sociales como Facebook, que se ha cobrado ya miles de dólares en fruta robada.
El país oceánico es el tercer productor mundial con ventas equivalentes a 198 millones de dólares (algo más de 165 millones de euros), pero estos últimos dos años la cosecha ha disminuido considerablemente y unido al aumento de demanda interna han hecho que los precios se disparen llegando a pagar 7,50 dólares neozelandeses (4,50 euros) por un aguacate.
En el 2016 se contabilizaron más de 40 asaltos con robos a escala comercial. La fruta se recolocaba en puestos de venta ambulantes y pequeñas tiendas, pero la policía los registraba constantemente para averiguar la procedencia del producto y las tiendas llegaban a colocar carteles advirtiendo que durante la noche se llevaban el efectivo y las existencias de la cotizada fruta. Esto obligó a los ladrones a encontrar su lado creativo.
La policía ha advertido que la fruta robada en huertos y tiendas de la zona se ha estado vendiendo a través Facebook, ya que sería más fácil eludir los controles. Los responsables podrían enfrentarse a penas de hasta 10 años de prisión.
La autoridades han prevenido a la sociedad acerca del peligro que puede acarrear la compra de estos aguacates, pues muchas veces no han madurado y pueden suponer un peligro para la salud debido a la cantidad de tóxicos y pesticidas que pueden contener.
