Un test diagnostica en dos minutos la arritmia cardíaca más frecuente

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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A. R.

El prototipo gallego se impuso en un reto a los de universidades como Oxford o Stanford

11 oct 2017 . Actualizado a las 07:48 h.

Apretar un dispositivo más pequeño que una tarjeta de crédito de forma simultánea con los dedos índice y corazón durante poco menos de un minuto. Luego los datos se transmiten a un ordenador que los procesa y ofrece un resultado en poco más de dos minutos. Esta acción tan simple puede salvar muchas vidas y ahorrar millones de euros al sistema público de salud. Es lo que se necesita para establecer un diagnóstico rápido, barato y fiable de la fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más frecuente, que afecta a una de cada seis personas mayores y que, si no se detecta a tiempo, puede derivar en un ictus o en otros accidentes cardiovasculares. El prototipo existe y ha sido desarrollado por científicos del Centro Singular de Investigación en Tecnoloxías da Información (Citius) de la Universidade de Santiago. Y no solo eso, sino que el algoritmo que sustenta todo el proceso, que ha dado lugar al método más fiable para la interpretación de electrocardiogramas, acaba de obtener el respaldo internacional en el reto Physionet/Computing in Cardiology, un desafío en el que compiten equipos de científicos y empresas de todo el mundo que se celebra al amparo del congreso Computing in Cardiology, la referencia mundial en la investigación de métodos computacionales aplicados al estudio de la cardiología clínica y la fisiología cardiovascular.

El reto había planteado el problema del procesado automático de electrocardiogramas para detectar la posible presencia de fibrilación auricular sobre registros electrocardiográficos de corta duración. El objetivo era obtener una prueba de bajo coste que permita identificar de forma sencilla la anomalía cardíaca con la ayuda de pequeños dispositivos de tamaño inferior al de una tarjeta de crédito o incluso una tirita. Y el ganador fue el equipo gallego, que se impuso a 75 empresas y universidades de todo el mundo, entre las que se encontraban delegaciones de las universidades de Stanford (Estados Unidos), Oxford (Reino Unido) o la Escuela Politécnica Federal de Zúrich. 

Bajo coste y fácil implantación

Los miembros del programa de e-Salud del Citius tienen ahora un desafío aún mayor: conseguir que su prototipo se convierta en un dispositivo aplicado a la práctica clínica rutinaria. «Está muy bien haber ganado la prueba internacional, pero hay que hacer aterrizar esto en la realidad. Nuestro absoluto compromiso es que se lleve a la clínica porque se trata de un sistema de bajo coste, de fácil implantación y con un beneficio importante para la población mayor, que tiene un riesgo cada vez más grande de sufrir enfermedades cardiovasculares», explica Paulo Félix, director del Citius y miembro el equipo.

Su compañero Tomás Teijeiro, primer autor del trabajo, coincide. «Agora -dice- fáltanos o máis complicado, que é levalo á práctica. Para dalo salto é necesario que se involucre o sistema de saúde ou as empresas, para que nos axuden a desenvolvelo produto e poder aplicalo na rutina clínica». El prototipo funciona, pero para convertirlo en un sistema de diagnóstico habitual se requiere un mayor desarrollo a nivel de ingeniería, lo que también pasa por una mayor inversión.

Tampoco sería complicado implantarlo en Galicia, comunidad que ha automatizado e informatizado su sistema de gestión clínico. En este aspecto, el dispositivo podría ser utilizado por cualquier médico de un centro de salud, aunque el servicio de diagnóstico también podría ser ofrecido por las farmacias. Y esta, precisamente, es una de las propuestas de los investigadores. «Axudaría -apunta Teijeiro- a relanzar o papel das farmacias, porque os profesionais poderían aportar un servizo asistencial, o que tamén reduciría a carga nos centros de saúde». En cualquier caso, los investigadores esperan llegar a un acuerdo con el Sergas para realizar un ensayo piloto de la tecnología que valide los resultados y, si se prueba un beneficio real en los pacientes, introducir la prueba en la cartera oficial de servicios.

En la actualidad, el diagnóstico de la fibrilación auricular es complejo, ya que la estrategia empleada con mayor frecuencia consiste en pautar un seguimiento de los pacientes sospechosos de sufrir esta enfermedad mediante un aparato (Holter) que registra su señal electrocardiográfica durante 24 horas, para que sea evaluada posteriormente por un experto. El método gallego simplifica el proceso. Y es más barato.