Xiaomi prepara su desembarco en España con su primera tienda física

Javier Armesto Andrés
javier armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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La compañía china supera a Apple como cuarto vendedor de móviles pese a no tener un canal de distribución oficial

30 oct 2017 . Actualizado a las 16:57 h.

En el centro comercial La Vaguada, de Madrid, un local todavía cerrado despierta estos días la expectación de numerosas personas, en su mayoría jóvenes. Tapado con una lona publicitaria anuncia la inminente apertura de la primera tienda física de Xiaomi en España. Esta empresa, conocida como la «Apple china» por el excelente diseño de sus productos, se ha convertido en el cuarto vendedor de smartphones en este país -adelantando a la propia compañía de la manzana- con una cuota del 8 % (hace un año era solo del 2,5 %, según datos de la firma de estudios de mercado Kantar). Por delante se sitúan Samsung, Huawei y la española BQ.

Lo insólito de esta situación es que Xiaomi ha alcanzado dicha posición sin un canal oficial de distribución, ya sean establecimientos tradicionales o tiendas online. De hecho, no fue hasta este lunes cuando abrió cuentas en Twitter y Facebook para anunciar su desembarco en España. El pasado 4 de octubre ya había dado una pista con la actualización al español de la aplicación Mi Home, que permite controlar dispositivos de domótica, desde lámparas led a básculas o purificadores de agua.

Esta ausencia de las plataformas oficiales de venta no significaba que no se pudieran comprar sus terminales. Fundada en el 2010 por Lei Jun y con sede en Pekín, Xiaomi lanzó su primer smartphone un año después y en el 2014 ya vendía 60 millones de teléfonos al año. La marca empezó a ser popular, el boca a boca empezó a funcionar y tiendas como AliExpress facilitaban la adquisición de sus productos fuera de China.

Lo que más valoran sus usuarios es la relación calidad/precio, móviles que se encuentran en la gama media o incluso low cost, con prestaciones avanzadas y unas líneas depuradas. Un ejemplo claro es el Xiaomi Mi Mix, lanzado este año y para el que contaron con el diseñador francés Philippe Starck. Con un cuerpo cerámico y una pantalla de 6,4 pulgadas sin marcos que llega hasta el borde superior (la cámara frontal se desplazó al extremo inferior, algo que ya había hecho antes Sharp con el Aquos Crystal), sus especificaciones están al nivel de cualquier terminal premium: hasta 6 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, batería de 4.400 mAh con carga rápida, procesador Qualcomm Snapdragon de última generación, un grosor de solo 7,9 milímetros... Los puntos flacos son la cámara principal (de 16 mpx pero con una calidad menor que sus rivales) y la utilización de una versión antigua de Android como sistema operativo (6.0 Marshmallow).

Dos versiones

Uno de los problemas que planteaba su deficiente distribución internacional era la existencia de dos versiones de un mismo teléfono: la global y la china, esta última sin la banda de 800 megaherzios (LTE 20) que es la que mayor alcance tiene en España, tanto en ciudades como en zonas rurales. La ROM tampoco incluye el idioma español y no tiene acceso a la Play Store, lo que impide instalar miles de aplicaciones.

Algunos usuarios de Xiaomi también se han quejado de dificultades en la configuración del software, recalentamiento de la batería y otras averías, pero esto es algo de lo que no están exentos los competidores de la marca china (solo hay que recordar el batterygate del Samsung Galaxy Note 7 o las deficiencias en las pantallas de los últimos teléfonos Pixel de Google).

Hasta ahora, comprar un móvil de Xiaomi era una aventura no exenta de riesgo. A la posibilidad de recibir la versión no internacional se sumaba la ausencia de un servicio técnico autorizado y dudas sobre la garantía de los productos. A pesar de ello, en el último año florecieron los comercios, tanto físicos como en Internet, que se ofrecían como intermediarios. En Galicia se pueden encontrar por ejemplo en Davadoo (centro comercial Marineda City, en A Coruña) o en 2Sim Movil (Bertamiráns).

La apertura de la primera tienda oficial supone que todos los productos adquiridos a través de ella cuentan con los dos años de garantía que establece la normativa europea. Los usuarios ya no tendrán que lidiar con envíos desde Asia susceptibles de ser interceptados en aduanas. Pero también implica que la marca debe pagar impuestos en España y disponer de un servicio técnico (aunque sea externo) al que se puedan dirigir los clientes. Todo ello conlleva costes que podrían repercutir en el precio de los terminales.

Conflictos de patentes

Y todavía hay un aspecto más delicado, relacionado con las patentes de los diversos componentes utilizados en un teléfono inteligente. Fabricantes como Xiaomi, OnePlus o Vivo han basado su crecimiento en el gigantesco mercado chino, con una legislación muy laxa en materia de propiedad intelectual. Pero para implantarse en otros países tendrán que cambiar esta política, si no quieren arriesgarse a cuantiosas demandas o multas. Igualmente tendrán que adaptarse a la nueva regulación de protección de datos GDPR (General Data Protection Regulation) que entrará en vigor en el 2018 en la Unión Europea. Es posible que el catálogo de smartphones de Xiaomi en España se vea mermado y solo venda aquellos terminales que cumplen con la legislación y no tienen conflictos de patentes.

Próxima parada: revolucionar el sector del transporte robótico con Ninebot

Dentro de la diversificación emprendida por Xiaomi en los últimos años la robótica móvil ha cobrado un papel relevante. En el 2012 se fundó en Pekín Ninebot, una «start-up» que contó con financiación de la tecnológica china y otros inversores, y que en el 2015 había crecido lo suficiente como para adquirir Segway. La incorporación del famoso fabricante de vehículos autobalanceo ha permitido que la compañía se convierta en un líder mundial en soluciones de transporte inteligente de corta distancia. Ninebot acaba de recibir otra inyección de capital de 100 millones de dólares y encara nuevos proyectos. «Creo que la IA y la robótica inteligente ejercerán una profunda influencia en todos los aspectos de la sociedad del futuro», dice su CEO, Lufeng Gao.