¿Es posible una tormenta global?

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

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Xavier Fonseca

El largometraje «Geostorm» propone un escenario cercano en el que un fenómeno meteorológico tiene repercusiones en todo el planeta

04 nov 2017 . Actualizado a las 13:00 h.

Estos días puede verse en los cines Geostorm, un largometraje que describe un futuro no demasiado lejano en el que el ser humano pierde el control del clima. Los fenómenos extremos son cada vez más violentos y causan miles de muertos por todo el mundo. La solución para asegurar la supervivencia de la especie pasa por una alianza internacional que desarrolla un ambicioso proyecto tecnológico de geoingeniería espacial. El primer error notable es que está completamente descontextualizada ya que el país que produce el filme, Estados Unidos, ha abandonado recientemente al Acuerdo de París, el documento que rige la política climática mundial.

La tecnología de ese programa meteorológico es capaz de bombardear grandes huracanes para evitar que afecten a la población. «Dada la energía que desarrolla un huracán es imposible deshacerlo y ni siquiera influir en su trayectoria. Podría ser posible y, se investiga desde hace décadas, tratar de influir en el momento de su formación. El problema es que es difícil saber la repercusión de las acciones que se pudieran tomar, ya que inhibir una tormenta tropical en formación puede provocar que esta se forme en otro lugar, cambie la trayectoria o incluso termine reforzándose más de lo previsto» dice el meteorólogo Juan Taboada.

El guion propone también un escenario conocido como tormenta gobal. Un evento que tiene repercusiones en todo el planeta y del que nadie puede librarse. «No es físicamente posible. Las tormentas, ya sean borrascas o ciclones tropicales sacan su energía de las diferencias entre masas de aire o bien de la evaporación del agua del mar. En el primer caso están asociadas a aquellas zonas en las que hay una diferencia grande, por ejemplo el chorro polar. En el segundo caso podríamos llegar a imaginar un agua suficientemente caliente en todo el planeta pero los huracanes no afectarían a las zonas de tierra. Además necesitan la fuerza de Coriolis de manera que no se producen sobre el Ecuador», recuerda.

La película tiene buenas intenciones porque muestra las consecuencias de nuestros actos pero transmite la falsa y peligrosa idea de que la tecnología salvará a la humanidad. «La solución pasa por la mitigación y por la adaptación y sobre ambos enfoques la tecnología tendrá mucha importancia», matiza Taboada. Del pasado se aprende a no cometer los mismos errores. Civilizaciones como la egipcia fueron muy avanzadas para su época y, sin embargo, colapsaron por no adaptarse a los cambios del clima.