24 países se comprometen a dejar el carbón

p. baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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PATRIK STOLLARZ | Afp

Este combustible fósil es el responsable de generar el 40 % de la electricidad mundial

17 nov 2017 . Actualizado a las 07:25 h.

Tras días de intervenciones políticas y llamados a actuar, el primer avance de la cumbre del clima (COP23), que se celebra desde el 6 de noviembre en la ciudad alemana de Bonn, llegaba este jueves de la mano de la llamada «Alianza global para eliminar el carbón». Es un pacto por el que 24 países se comprometen a poner fin de forma gradual al uso de este combustible fósil, responsable de generar el 40 % de la electricidad mundial pero también buena parte de las emisiones contaminantes. Francia, Italia, México, Costa Rica y Portugal son algunas de las naciones que han suscrito el acuerdo, impulsado por el Reino Unido y Canadá. Entre los grandes ausentes se encuentran España y Alemania.

«El carbón asfixia, literalmente, nuestras ciudades, y es responsable de la muerte prematura de un millón de personas anualmente», explicó Catherine McKenna, la ministra de Medio Ambiente de Canadá, país que habrá clausurado su última central en 2030. «Es la forma más contaminante de generar electricidad», añadió su homóloga británica, Claire Perry, quien recordó que el Reino Unido lo habrá hecho en el 2025.

Además del calendario de cierre, el acuerdo pretende lograr una transición a las energías limpias de manera justa hacia los trabajadores y las comunidades donde se ubican las plantas de carbón. Ambas titulares confían en contar con la firma de al menos 50 naciones antes de la próxima cumbre del clima, que será a finales del 2018 en Polonia. «Se lo debemos a nuestros hijos», subrayó McKenna.

Sin embargo, el asunto ha abierto un verdadero cisma. Ya la previa Emmanuel Macron acaparó todas las miradas, al proponer subir el precio a la tonelada de CO2 que emiten las centrales y reiterar orgulloso que su país se habrá despedido por completo del carbón en el 2021. Algo que supone ningún esfuerzo para Francia, que apenas emplea este combustible aunque sí que necesita la energía atómica.

Al contrario de lo que le ocurre a su vecina Alemania, que decretó el apagón nuclear en 2011 a raíz de la catástrofe de Fukushima, y hoy depende hasta en un 40 % del carbón. Así lo reconoció el miércoles la propia Angela Merkel, consciente de que la potencia europea incumplirá las metas de reducción de emisiones contaminantes en el 2020.

El nuevo pacto para el fin del carbón también saca los colores a España, que según recordó este jueves la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, trabaja ahora mismo en una nueva ley de transición energética para el 2030. «Estamos en la senda de cumplimiento de los objetivos», declaró Isabel García Tejerina.