Prematuros: pequeños grandes héroes

Susana Acosta
Susana Acosta REDACCIÓN

ACTUALIDAD

OKPÁGINA10
getty

Que un ser tan indefenso pueda salir adelante es toda una hazaña. Una heroicidad que bien podría denominarse milagro y que se produce varias veces al día en los hospitales gallegos. Los cuidados para lograr su supervivencia, las posibles secuelas y los avances médicos son los tres pilares en los que se centra el equipo de sanitarios que logran salvar estas vidas.

20 nov 2017 . Actualizado a las 08:23 h.

Ellos son unos auténticos héroes. Pequeños, pero héroes. Capaces de seguir viviendo sin tener ni siquiera todos sus órganos desarrollados. Pero también son héroes todos los equipos sanitarios que luchan y se empeñan en sacarlos adelante. Para todos ellos va dirigido el Día Internacional del Niño Prematuro que se ha celebrado el pasado viernes.

 Una de las personas que lidera ese equipo de profesionales comprometidos con su trabajo es Jerónimo Pardo, jefe de Pediatría del Materno Infantil de A Coruña (Chuac). Nadie mejor que él para explicar los avances en esta materia, aunque todavía hay aspectos que se desconocen: «Las circunstancias por las que un parto se puede adelantar son múltiples. Generalmente se produce cuando existe algún problema en la gestación, y de alguna manera el feto no está en circunstancias favorables. Eso hace que se desencadene prematuramente el parto,bien por un problema materno, bien por un problema relacionado con el feto. Otras veces, muchas incluso, no sabemos por qué se pone en marcha, simplemente pasa y no se consigue frenar», explica Pardo.

Cuanto más tiempo esté el niño en el vientre materno, mayor estado de maduración alcanzarán sus órganos. Por eso muchas veces se intentan retrasar lo más posible los partos prematuros: «Necesitamos de las últimas semanas de gestación para que acabe de madurar el sistema nervioso, el sistema digestivo, el sistema renal, todos los componentes de nuestro organismo que hacen que seamos autónomos, capaces de relacionarnos con el medio que nos rodea, de respirar, de hacer todas las funciones básicas. Si los órganos no están suficientemente bien formados empiezan los problemas», añade. Pueden ser a corto plazo como dificultades respiratorias, intolerancia a los alimentos, o que los riñones no depuren adecuadamente la sangre, además de que el niño tenga un menor control de la temperatura corporal: «Un niño nacido antes de tiempo puede tener secuelas a nivel neurológico o también problemas digestivos. Por supuesto alteraciones sensoriales, auditivas, visuales... Después de ser dados de alta, hay que hacerles un seguimiento hasta que cumplen los tres años de edad y ver cómo se desarrollan», explica.

La implicación de los padres desde el primer momento es fundamental. Incluso hay evidencias científicas: «Aparte de que es más humano y gratificante para los padres, está demostrado que mejoran con su atención. Los hacemos partícipes en el cuidado del niño desde el primer momento. Y eso sí ha cambiado mucho con respecto a lo que era hace unos años cuando se les metía en la incubadora y los padres los veían a través del cristal. Ahora introducimos la técnica canguro para que los niños puedan estar en contacto con la piel de sus padres, los sacamos de la incubadora para que les den el biberón, intentamos introducir la alimentación materna...», explica el jefe de la unidad que recibe más prematuros de la provincia de A Coruña, una media de doscientos al año y donde la unidad de neonatología está considerada de máximo nivel y es referencia tanto a nivel nacional como internacional. El nivel de supervivencia de estos pequeños héroes varía mucho dependiendo del momento en el que se produzca el parto: «No es lo mismo ser un prematuro casi a término de 36 semanas, que de 28 semanas, o de 25. La supervivencia varía», asegura Pardo, que es reacio a dar una fecha límite porque va a depender también de cada niño: «Es una frontera que está permanentemente en movimiento y la neonatología es uno de los campos de la medicina donde más avances se han conseguido», concluye, aunque reconoce que se han dado casos en los que se ha logrado salvar a prematuros de apenas 500 gramos de peso.