¿Cómo se produce una superluna?

Xavier Fonseca Blanco
Xavier Fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

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Xavier Fonseca

Este domingo podremos ver al satélite terrestre un catorce por ciento más grande de lo normal y un treinta por ciento más brillante

03 dic 2017 . Actualizado a las 18:46 h.

A menudo la Luna se presenta en el cielo más grande de lo habitual. Aunque, en realidad, esa observación tan cotidiana es producto de un engaño a nuestros sentidos. Se trata de un fenómeno conocido como ilusión lunar. El tamaño aparente de la Luna cambia según la altura y, cuando está situada cerca del horizonte, podemos compararla con edificios o con la vegetación, que aumentan sus dimensiones. Pero si esperamos lo suficiente para ver cómo se eleva y desaparece del campo de visión cualquier referencia, comprobaremos que ese efecto ya no existe.

Sin embargo, sí hay un caso en el que el satélite se muestra más grande de lo normal. Ocurre durante una superluna, un evento astronómico que se producirá la madrugada del domingo al lunes y que podrá contemplarse a simple vista ya que la meteorología apunta a cielos alternando nubes y claros. Para entender en que consiste una superluna, primero debemos recordar que la órbita que dibuja alrededor de la Tierra no es un círculo sino una elipse. Esto implica que no siempre se encuentra a la misma distancia. A lo largo del año, el satélite puede estar más lejos o más cerca de nuestro planeta. El punto más próximo de la órbita se conoce como perigeo y el más lejano apogeo. El conocimiento científico sobre la distancia entre la Tierra y la Luna avanzó notablemente tras las misiones Apolo de la Nasa. Uno de los objetos que dejaron los astronautas fue un reflector que ayuda a medir los kilómetros que separan a nuestro planeta de su satélite a través de un rayo láser que se lanza desde los observatorios terrestres y que rebota en el aparato lunar. Registrando el tiempo que la luz tarda en ir y volver se puede conocer la distancia con precisión. Ese dispositivo ha permitido descubrir además que la Luna se aleja cada año casi cuatro centímetros. Como consecuencia, en el futuro se perderá esa proporción perfecta entre tamaños y distancias que ahora mismo tiene lugar mientras se alinean el Sol, la Luna y la Tierra y, por tanto, dejarán de producirse eclipses.

Cuando coincide el satélite en fase llena con el perigeo o momento más próximo al planeta, entonces tiene lugar una superluna. Este domingo podremos verla un catorce por ciento más grande y un treinta por ciento más brillante. Un acontecimiento sin ningún tipo de efecto, solo en las mareas. Cada luna llena produce mareas vivas pero como el domingo el satélite estará un poco más cerca, el tirón gravitatorio también aumentará, permitiendo que el mar pueda subir y bajar con un recorrido superior a los cuatro metros.