Una mujer que aplaudió la muerte del torero Víctor Barrio, condenada a retractarse

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Antonio García | EFE

La Fundación del Toro de Lidia ha logrado una victoria judicial ante las palabras de Rocío Cortizo que pedía el exterminio para los toreros

18 ene 2018 . Actualizado a las 14:58 h.

La Fundación del Toro de Lidia ha logrado una victoria judicial tras demandar los mensajes en redes sociales de una usuaria identificada por la Policía Nacional, al considerar que atentaban contra el honor del torero fallecido Víctor Barrio, por lo que ha tenido que retractarse por la misma vía.

Tras el fallecimiento del torero el 9 de julio del 2016 la Fundación del Toro de Lidia puso a disposición de la policía todos los mensajes que, a su juicio, podían ser constitutivos de delito, entre ellos de Rocío Cortizo, según ha informado en un comunicado.

Cortizo publicó que es una persona que apoya «la muerte de todos los toreros y aquellos que les defienden». Además, incidió en que «no son humanos, son basura, por lo cual, exterminio». Por último, criticó que hubiese gente que se lamentara por el fallecimiento del diestro ya que, a su juicio, los toreros son «asesinos en serie».

En representación de la familia de Víctor Barrio, la agrupación inició un procedimiento judicial que fue admitido a trámite, por lo que la demandada ha accedido a un acuerdo judicial que la ha obligado a reconocer que su publicación supone «un grave atentado contra el honor de todos los toreros y, en especial, de Víctor Barrio».

Asimismo, ha añadido que se trata de una «corrección pública» en la que se desdice y lamenta «profundamente» los daños ocasionados y ha concluido con el compromiso de indemnizar económicamente a la familia.

La Fundación ha insistido en que con esta acción se demuestra que el supuesto anonimato en las redes sociales no impide la denuncia, identificación y posterior acción judicial contra mensajes injuriosos o calumniosos.

En su opinión, también supone la reafirmación de la sentencia contra la concejal de Catarroja Datxu Peris que determinaba que «las redes sociales no pueden ser un subterfugio donde todo cabe y todo vale desde la creencia errónea de estar amparado, oculto o protegido por un perfil social».