La conmovedora foto del rescate de un gorila gana el «Wildlife Photographer of the Year»

Europa Press

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JO-ANNE-MCARTHUR

La instántanea que inmortaliza el abrazo del animal y su cuidador ha sido elegida por el público como la mejor imagen del año

13 feb 2018 . Actualizado a las 19:35 h.

 El abrazo entre una gorila recién rescatado y su cuidador se ha alzado como mejor fotografía, según el público, del prestigioso certamen Wildlife Photographer of the Year, que organiza cada año el Museo de Historia Natural de Londres. La imagen se exhibirá en la exposición Wildlife Photographer of the Year que acogerá el Museo hasta el 28 de mayo.

La instantánea ganadora en la categoría de People's Choice del certamen cuenta la historia de Pikin, una gorila que fue rescatada por Ape Action Africa tras ser capturada con el objetivo de ser vendida para carne de animales silvestres.

La fotógrafa Jo-Anne McArthur tomó esta imagen en Camerún, cuando la gorila estaba siendo trasladada junto a un grupo de gorilas de su antiguo recinto dentro de un santuario de bosque a uno nuevo y más grande.

Pikin fue primero sedada, pero durante el traslado al nuevo recinto se despertó. Afortunadamente, no solo estaba muy soñolienta, sino que también estaba en los brazos de su cuidador, Appolinaire Ndohoudou, por lo que permaneció calmada durante todo el trayecto.

El trabajo de McArthur fue seleccionado por el público de una lista de 24 imágenes, que fueran seleccionadas por el personal del Museo de entre las casi 50.000 propuestas presentadas para el concurso.

«Estoy tan agradecida de que esta imagen haya resonado en la gente y espero que pueda inspirarnos a todos a preocuparnos un poco más por los animales», asegura la responsable de la foto, que afirma que «ningún acto de compasión hacia ellos es demasiado pequeño».

La fotoperiodista, natural de Canadá, afirma que normalmente documenta las crueldades que los animales soportan en manos de los humanos, pero a veces es testigo de historias de rescate, esperanza y redención.

La caza furtiva de primates está muy extendida en Camerún. Los cazadores matan a los animales salvajes para vender su carne tanto en su país de origen como en el extranjero. Los bebés simios suelen quedar huérfanos después de que maten a sus madres y, por tanto, o mueren en libertad o son vendidos como mascotas.

Una carraca, ballenas, osos polares y un perezoso, entre los finalistas

Las cuatro imágenes finalistas de esta categoría también incluyen una carraca lila montando una cebra, una pareja de ballenas jorobadas, una familia de osos polares y un perezoso.

El fotógrafo Lakshitha Karunarathna, de Sri Lanka, ha sido uno de los finalistas al captar algo «inusual» mientras se encontraba de safari en la Reserva Nacional Maasai Mara, en Kenia: una carraca lila (Coracias caudatus) montando una cebra. Normalmente esta especie de ave prefiere posarse en lo alto del follaje, pero esta carraca pasó una hora o más paseando y disfrutando de la comida ocasional con insectos sobre los lomos del équido. Para fotografiar el instante, Karunarathna esperó a que las cebras circundantes formaran el fondo perfecto.

Dos ballenas jorobadas también protagonizan otra de las fotografías finalistas. Todos los años, desde julio hasta finales de octubre, las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) del sur migran hacia el norte desde sus zonas de alimentación en la Antártida para dar a luz en las cálidas aguas protegidas de Tonga.

El taiwanés Ray Chin se encontró con esta madre y su cría pacíficamente flotando en el agua plagada de plancton alrededor del grupo isleño de Vava'u, en Tonga. Después de que Chin se acercara a ellos suavemente, los gigantes se acercaron nadando para echarle un vistazo. Chin tomó esta fotografía mientras ambas daban este giro elegante. Más tarde, convirtió la imagen en blanco y negro, lo que a su juicio representaba la simplicidad de la escena.

La canadiense Debra Garside esperó seis días cerca de la guarida de una familia de osos polares para poder captarlos con su cámara. Cuando las madres y los cachorros de osos polares salen de sus madrigueras a principios de la primavera, los cachorros se quedan cerca de sus madres en busca de calor y protección. Una vez que los cachorros son fuertes y tienen suficiente confianza, inician la caminata hacia el hielo marino con su madre para que poder volver a buscar focas.

La imagen fue captada en el Parque Nacional Wapusk, de Manitoba (Canadá), donde Garside desafío a las frías temperaturas, que variaban de los -35°C a los -55°C y donde soplaban vientos fuertes. Estas condiciones hacen que sea casi imposible evitar la congelación y mantener un equipo de cámara funcionando correctamente.

Completa las fotografías finalistas elegidas por el público una instantánea captada por Luciano Candisani. El fotógrafo tuvo que escalar el árbol de cecropia, en la selva atlántica protegida del sur de Bahía (Brasil) para poder tomar una foto a nivel de ojo de un perezoso de tres dedos. A los perezosos les gusta alimentarse de las hojas de estos árboles.