Dieta cetogénica, eficaz y segura si se realiza bajo un estricto control médico

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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JOSE PARDO

Reducir hidratos baja el peso sin dañar la salud, pero no se puede abusar de este régimen

01 mar 2018 . Actualizado a las 07:50 h.

Sustituir la glucosa, los azúcares, por las grasas como fuente energética del organismo. O, lo que es lo mismo, reducir al máximo el consumo de carbohidratos para primar la ingesta de proteínas y verduras. Es la base de la dieta cetogénica, que provoca que el cuerpo entre en el denominado estado de cetosis, un proceso por el cual transforma las grasas acumuladas en cuerpos cetónicos para ser usados como combustible por el organismo. Pero es un método cuestionado, porque más allá del desequilibrio en el consumo de macronutrientes fundamentales existen ciertos riesgos, como la posibilidad de que un tratamiento estricto derive en cetoacidosis, que puede desencadenar un coma diabético.

Ahora, por primera vez, un equipo de investigadores liderado por científicos gallegos ha realizado el estudio más completo sobre la cuestión, publicado en Endocrine, en el que se avala no solo el beneficio, sino también la seguridad de la cetosis, con lo que se abre la vía para su aplicación terapéutica. Eso sí, no puede hacerla cualquiera en su casa, sino que los pacientes deben someterse a un estricto control médico. «Tampoco es una dieta que pueda llevarse toda la vida, sino que debe ser algo temporal que permita luego al paciente realizar una alimentación equilibrada», advierte Diego Bellido, coordinador de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Ferrol y primer firmante de un artículo en el que también participan, entre otros, Felipe Casanueva y Ana Belén Crujeiras.

El ensayo, que se realizó en varias fases y en el que también se midió el perfil bioquímico y molecular de los participantes, se sometió en primer lugar a un grupo de veinte pacientes a la denominada dieta Very Low Calorie Ketogenic Diet (VLCKD), con un consumo de carbohidratos por debajo de 60 gramos al día, y con una ingesta de entre 60 y 80 gramos de proteínas y abundantes verduras. Los pacientes perdieron una media de 20 kilos durante 4 meses, el tiempo máximo en que se debe aplicar la terapia. Perdieron peso, pero no músculo ni masa magra (carne) y, en todos los casos, se observó una reducción de la sensación de hambre. Pero quizás lo más importante es que se demostró su seguridad: el nivel medio de cuerpos cetónicos no superaba los 2,5 milimoles por litro, cuando los enfermos de cetoacidosis tienen un promedio superior a seis mililitros, y su PH sanguíneo, de 7,37, estaba dentro de la normalidad, al igual que el nivel de glucosa en sangre. «Comprobamos que la cetosis inducida por la dieta solo provoca un aumento de los cuerpos cetónicos en sangre, pero sin producir cetoacidosis», resume Bellido, quien resalta que «es la primera vez que se hace un estudio sobre la cuestión con tanta profundidad». El trabajo fue promovido por PronoKal Group.

No avala la dieta Dukan

Para llegar a estas conclusiones también se comparó a un grupo de pacientes en cetosis (51) con otro con cetoacidosis (51) y se analizaron 460 muestras de cetonemias capilares. «Comprobamos -destaca el especialista- que si la dieta se realiza con un control médico presenta beneficios clínicos y muchas más ventajas que inconvenientes». Eso sí, Bellido subraya que en ningún caso el estudio avala dietas proteicas como la Dukan. «Es -dice- tremendamente hiperproteica y no se ajusta a criterios de normalidad».