¿Y tú, eres de queso o de chocolate?

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MARCOS MÍGUEZ

EL MARIDAJE entre el queso y el chocolate es tendencia. Una novedad gastronómica que nos lleva a debatir cuál de los dos es más adictivo. ¡Y tú tienes que decidir cuál! ¿Serías capaz de quedarte con uno? Expertos y forofos de estos dos productos nos dan sus razones para salvar a uno u otro. Y es que hay quien no se imagina vivir sin uno de los dos.

03 mar 2018 . Actualizado a las 14:23 h.

Delicioso. Versátil. Placentero. Adictivo. Todos estos adjetivos podrían aplicarse tanto al queso como al chocolate. Pero igual que el mundo se divide entre quienes prefieren el refresco de limón o el de naranja, existe otra elección de la discordia. Si tuvieran que salvar de la picota a un alimento, ¿escogerían el derivado lácteo o elegirían en su lugar al hijo del cacao?

Hay gente que lo tiene claro, como Raquel, que se posicionan sin dudar en esta calórica batalla. «¡No puedo vivir sin chocolate! Es un placer de dioses», dice. Su favorito es el negro y amargo pero cualquier cosa que lleve cacao la vuelve loca: en tableta, en crema, soluble... Solo hace una excepción: no le gusta mezclarlo en recetas de comida salada. Por el contrario, tomarlo derretido con fruta en el desayuno es su forma favorita. Y, por supuesto, que no falte un trocito por las mañanas. «¡Es que si me dicen que no puedo volver a tomar chocolate me muero!».

En casa de Lucía, otra contendiente en el debate, lo que no puede faltar, sin embargo, es el queso. «Es necesario en mi nevera. Ya sea en lonchas o un buen queso de tetilla... Un trocito al llegar a casa o mientras haces la cena es un placer». Uno de los secretos que convierten a este alimento en su favorito es su variedad. «Hay muchos diferentes y según cuándo lo comas o con qué lo mezcles es siempre distinto», explica. Por eso no duda: «Si no existiera habría que hacer una campaña para inventarlo. ¡No se puede vivir sin queso!».

Pero la devoción que despiertan estos dos manjares tiene una explicación física. Ambos generan adicción gracias a algunas de las sustancias presentes en su composición. En el queso la culpable es la casomorfina, un péptido liberado a partir de cierta proteína de la leche y que tiene efectos comparables a los de los opioides.

LAS RAZONES DEL GUSTO

Si hablamos del chocolate, su consumo genera en nuestro cerebro efectos adictivos. Compuestos químicos como la anandamida, la tiramina y la feniletilemina o la encefalina estarían detrás de la impresión de relax y placer que produce y hace que nos enganchemos a su consumo. Así las cosas, no es de extrañar que lugares como las bombonerías se conviertan en centros de peregrinación. Nos lo confirman en la coruñesa Praliné. «Tenemos clientes que no pueden pasar sin visitarnos. Cuando se acerca el viernes ya nos avisamos entre nosotras: oye, separa un poco de tal o de cual, que mañana viene Menganito a por su ración. Sabemos que no fallarán», cuenta Susana Lata, una de las socias de este obrador artesanal.

¿Qué tendrá el chocolate para gustar tanto? Ella lo tiene claro. «Su sabor es una de las cosas más especiales del mundo. Y por si fuera poco, hay un abanico enorme donde elegir», explica. En ese abanico, a nivel popular reina el chocolate con leche más bien tirando a dulce, pero avisa de que entre el sector masculino han comenzado a popularizarse los chocolates africanos «menos azucarados y más potentes».

Los queseros también saben lo que es un público fiel. «Tenemos clientes que nos dicen que no son capaces de terminar el día sin tomarse un trozo de queso», dice Enrique Rodríguez, director comercial de Henri Foods. Experto en este manjar, va más allá en su defensa al decir que el queso «es algo cultural. En Francia, por ejemplo, es como la bandera o el himno nacional. Es casi tan antiguo como la civilización». Y uno de los productos más versátiles que existen. «Dime otro alimento que puedas tomar como aperitivo, como ingrediente en casi cualquier plato y como postre», argumenta.

Con defensas tan vehementes, resulta difícil elegir un ganador. Aunque después de todo, quizás no haga falta. Susana Lata nos da la gran alegría: «Han empezado a ponerse de moda los maridajes de queso y chocolate, ya hay catas que hermanan con éxito estos dos productos». Anímense, el placer puede ser doble.

Hay clientes que no son capaces de acabar el día sin un poco de queso