¿Farmacias sin Dalsy? Existen 21 alternativas y bastante más baratas

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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El desabastecimiento del jarabe preferido de los niños no es ninguna alerta sanitaria

24 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay manera. Que si el principio activo es el mismo, que si el efecto en el niño es igual, que si la composición es parecida... Ningún argumento, por sólido y convincente que resulte, es suficiente para convencer a ciertos padres que han iniciado una peregrinación por las farmacias en busca del Dalsy de 20 miligramos para sus hijos pequeños afectados por dolor, fiebre o inflamación. No quieren ningún sustituto, pese a que desde hace aproximadamente un mes es casi imposible encontrarlo -salvo en algunas boticas que tuvieran un gran stock- porque la titular de la autorización de su comercialización, BGP Products Operations, decidió retirarlo para subsanar un error en la redacción del prospecto. Sobre el producto no se ha emitido ninguna alerta sanitaria ni presenta ningún otro problema, pero la inquietud se ha instalado en numerosos padres, a los que parece no valerles las ampliadas y variadas alternativas terapéuticas que existen en forma de genéricos, que el Ministerio de Sanidad cifra en 21. Algunos ni tan siquiera encuentran consuelo en una razón de peso: las demás opciones son muchas más baratas -2,50 euros por los 7,48 que vale el original-, ya que con receta médica están sufragadas por la Seguridad Social.

«Vienen clientes que me dicen que si no es el Dalsy no quieren otro jarabe, que el original lo toman muy bien, pero si es otro les cuesta», explica Marga Muñoz, vicepresidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Provincia de A Coruña. En su local llevan todo el mes sin poder vender el producto, aunque Muñoz entiende que no existe ningún motivo para la preocupación, «porque tenemos otros sustitutos. Un problema sería que no existiera una opción B, pero sí la tenemos».

¿Por qué, entonces, un simple jarabe para el que existen otras alternativas, y más baratas, ha generado semejante inquietud? Por el sabor. A los niños no les sabe igual el sabor a naranja del Dalsy de 20 miligramos que los sucedáneos. Por eso mismo algunos padres siguen en peregrinación por las farmacias.

Un acierto

«Algo debe tener y desde luego que la marca que lo fabrica ha acertado con su sabor», apunta Vicente Jairo Álvarez, presidente del Colexio Oficial de Farmacéuticos de la Provincia de Ourense, que sí admite que este jarabe sigue siendo el más vendido en su establecimiento, pese a que existen desde hace tiempo otras variedades genéricas de ibuprofeno para niños.

Sin embargo, tampoco entiende el nerviosismo ante una situación que ni siquiera se puede considerar como un problema. «Solo existe -dice- un problema de desabastecimiento con este producto, por lo que o bien se pueden coger otras opciones genéricas o comprar el Dalsy de 40 miligramos y ajustar la dosis a la mitad». Lo que desde luego no aceptaría bajo ningún concepto es que si un médico recomienda tratamiento a un niño su familia no se la diese porque al pequeño no le gusta el sabor del producto alternativo. Todo tiene un límite.

Marga Pazos cree que, aparte del sabor, pueden existir otros factores que expliquen las preferencias por el jarabe naranja. «Hay gente -señala- que lo que quiere es la marca, no el genérico».

La formulación agotada es la indicada para los más pequeños

Pocos medicamentos se han instalado en la memoria colectiva como el Dalsy, quizás porque está indicado para los niños. Ante cualquier molestia, el recurso fácil desde hace mucho tiempo ha sido el jarabe naranja, aunque realmente solo esté aconsejado para el dolor, la fiebre o la inflamación. El de 20 miligramos, que es el que ahora está agotado, es el prescrito para los más pequeños, porque a partir de los 10 kilos de peso ya pueden tomar la formulación de 40 miligramos.

Pero a falta de este producto existen muchos otros que utilizan ibuprofeno en la misma concentración, como Cinfa, Normon o Aldo Unión, incluso con un color similar. Pero si algún paciente quiere el medicamento original y no lo encuentra en la farmacia, lo que debe hacer es consultar al farmacéutico cuál es la alternativa más adecuada entre las existentes. «El Dalsy es básicamente ibuprofeno en jarabe, lo que ocurre es que es popular porque su sabor hace que los niños se lo tomen muy bien. Pero hay otros», explica el farmacéutico Óscar López.