Eurovisión arranca con un baile de favoritos en su primera semifinal

Laura Placer Breijo
LAURA PLACER LA VOZ EN EUROVISIÓN

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FRANCISCO LEONG | afp

Durante la gala se pudo ver un fragmento de la actuación de Amaia y Alfred

09 may 2018 . Actualizado a las 07:32 h.

Con la tranquilidad del que no se juega nada, Amaia y Alfred presenciaron ayer la primera semifinal de Eurovisión desde la zona de concursantes del estadio Altice Arena. La pareja española se arrancó incluso a interpretar un trozo de Tu canción pero cambiando la letra por el La, la, la, que este año celebra sus bodas de oro. Este guiño sirvió de antesala a la emisión de unos segundos de su actuación, en los que se pudo observar la química que hay entre los dos triunfitos y lo minimalista de su puesta en escena. Las primeras banderas españolas ondearon en Lisboa en una gala que contó también con la aparición de Manel Navarro. El representante de España del pasado año salió con sus compañeros de edición en un emotivo vídeo en el que interpretaban Amar pelos dois, la canción vencedora del 2017.

No pudieron vivir la noche con la misma calma los 19 países que se disputaron ayer un puesto en la final. El azar puso a los grandes favoritos de la edición a luchar en la misma cita por las diez plazas en juego y, como en toda batalla, algunos se quedaron por el camino. Aunque entre los grandes favoritos no hubo ninguna baja, la noche dio lugar a alguna que otra sorpresa entre los países que veían incierto su futuro en el concurso.

Los diez finalistas

Después de conseguir arrebatarle el liderato en las casas de apuestas a Israel, Chipre hizo arder el estadio lisboeta con su tema Fuego. Sus movimientos de pelo y la pirotecnia final cerraron el acto más aplaudido de la noche. Israel, por su parte, no cerró una actuación perfecta, mostrándose ahogada en algunos puntos. Sus cacareos no fueron la única referencia animal que llevó a escena, que contaba también con decenas de gatos de la fortuna.

Se unió a estos dos grandes favoritos otro claro aspirante a la victoria. El checo Mikolas Josef, ataviado con su ya icónica mochila, conquistó al público con Lie to me, un tema divertido y pegadizo. En un registro mucho más sobrio, la cantante de ópera estonia brilló con luz propia gracias a un enorme vestido que cubría gran parte del escenario y sobre el cual se podían ver diferentes proyecciones. El quinteto búlgaro Equinox y Cesár Sampson, el representante austríaco, aseguraron como ya se preveía su puesto en la final.

Cuatro países, sin embargo, dieron la sorpresa de la noche. La cantante lituana, que en los últimos días ya había ganado puestos en los ránkings, consiguió con su balada When we’re old un pase a la gala del sábado junto con Finlandia, Irlanda y Albania. Grandes apuestas como Grecia o Bélgica tuvieron que despedirse de esta edición.